García-Page se ha pronunciado así durante su discurso en el acto de inauguración del Centro de Recepción de Turistas de Munera (Albacete), en el que ha considerado que lo importante es que las medidas se aprueben entre todos "y sean las mismas para todo el país" y ha insistido en que "ahora, España tiene que intentar ser razonable con las medidas si queremos tener al menos un verano medio normal".
Ha considerado que "la Semana Santa no es como la Navidad, que es un mes, no es ni semana, pero es verdad que estamos en un momento de transición en el que empezamos a ver la luz al final del túnel con las vacunas, pero no podemos bajar la guardia para quedarnos dentro del túnel".
"Pensamos que, sean buenas o malas las decisiones que se tomen, si las tomamos entre todos y hay una sola para todo el país, mucho mejor. Por que la gente no se maree", ha considerado García-Page, que ha considerado que con las restricciones actuales, que ya han sido aprobadas, "la gente se ha hecho sus planes" y por ello ha indicado que el Gobierno regional confía "mucho en la inmensa mayoría de la gente, porque está cumpliendo muy bien".
Por ello, ha opinado que "ahora el debate que hay que plantear en este momento concreto, más que tomar otras medidas es asegurarse de que las medidas tomadas se cumplan" y ha añadido que le consta que el Ministerio de Interior "va a hacer un esfuerzo en este sentido" porque "no puede ser que el cumplimiento de la inmensa mayoría no tenga sentido por el incumplimiento de una minoría, sea española o francesa".
"No queremos un negocio de borrachera que perjudique la propia imagen, porque al final el negocio está en el esfuerzo constante", ha aseverado el presidente de Castilla-La Mancha, que ha señalado que la región apuesta "por un turismo serio, responsable, que vaya más allá de la borrachera".
EFE