Por Lourdes Carrascosa Bargados
Mi primera visita a Puertollano fue en las navidades de 1978. Conocía la ciudad de nombre, por aquello del “Faro Industrial de la Mancha”, pero no tenía conocimiento de cómo era, ni de su historia e importancia.
Como sucedían en esos tiempos las cosas, la tía de mi marido, que ejercía como segunda madre, fue a Madrid a pedir permiso a mi padre para poder venir a casa de la familia de mi novio a pasar la Nochevieja.
De esos días, ya lejanos en el tiempo, tengo varios recuerdos: un Paseo de San Gregorio de noche, con sus farolas y su niebla, una especie de Londres manchego, bastante frio, por cierto, en esas fechas. El segundo de mis recuerdos está lleno de vida y lo juzgo desde mi experiencia como habitante de Madrid. Me sorprendió gratamente la ciudad llena de comercios, bares, cafeterías, discotecas, movimiento cultural, pero sobre todo de una actividad que me llevaba a pensar más en una capital que en mi idea de un pueblo.
Por el contrario, por esas mismas fechas visité Ciudad Real y me dejó una sensación pobre, me pareció más un pueblo grande.
Desgraciadamente, la rueda ha dado un giro y nuestra ciudad no ha sido bien tratada en comparación con la capital. Talavera de la Reina ha sido más beneficiada en su competencia con Toledo, aquí, no ha sido así, todo ha ido para Ciudad Real y poco ha llegado a nuestra ciudad.
Puertollano me duele, ya que uno termina siendo de donde pace y es la ciudad de mi hijo, en la que reposan mis padres y donde yo quiero descansar. Y me emociona pensar lo que nuestra ciudad merece, pese a que actualmente en nada se parece a ese Puertollano de 1978.
Como soy positiva y de las cosas negativas creo que ya sabemos todos, voy a explicar mis razones para querer a esta ciudad.
Puertollano es acogedor, te entrega su corazón a poco que hagas algo por él. Durante años mi vida laboral se ha desarrollado entre sus gentes y he aprendido el valor de ser considerada una más en esta ciudad, vengas de donde vengas.
Me molesta cuando escucho a la gente decir que Puertollano no tiene nada. Tiene mucho, aunque merece tener mucho más.
Lo primero es que estamos muy bien comunicados y eso en estos tiempos es un gran beneficio. Pensar que podemos ir y venir en el día a capitales como Madrid, Córdoba, Sevilla, Málaga, además de tener acceso a todas las posibilidades de viajes por medio de la red de los Aves, ya es para sentir orgullo.
La verdad es que me enfado bastante cuando la gente dice que Puertollano es feo. Si visitas cualquiera de las ciudades dormitorio de Madrid, podrás comprobar que tiene una estructura parecida. Cierto es que nunca se ha cuidado el entorno antiguo y tradicional de la ciudad, que la verdad era bastante más hermosa en el pasado, pero se pensó en quitar lo “viejo”, sin valorar que lo “antiguo” de una población es lo que le da su personalidad característica.
No voy a hablar de lo que está perdido, pero si a revindicar que no se permita perder, ni mal utilizar ninguna de las joyas que todavía tenemos: Casa de Baños, Iglesia de la Asunción, Ermita de la Soledad, Iglesia de la Virgen de Gracia, Torres de los Pozos de Minas, algunas casas y, por supuesto, toda la riqueza de su pasado minero y Geológico que está empezando a ponerse en valor.
Vivimos en una ciudad por la que nos podemos mover sin dificultad caminando o en bicicleta, con un entorno verde en los alrededores al que se puede acudir sin necesidad de tener que volver a casa con atascos de tráfico, como en otros muchos lugares.
Una ciudad por la que se puede ir sin carreras, caminando tranquilamente para poderte parar con la gente conocida con la que te encuentras. Poco se nos dice que Puertollano tiene ventajas de ciudad (establecimientos comerciales, ocio, actividades culturales) y ventajas de pueblo en su manera de vivir.
No estaría de más una campaña que mostrara lo positivo de vivir en Puertollano, en lugar de mirar lo negativo, que es indiscutible que se debe corregir.
Es cierto que tenemos una ciudad con muchas cosas que mejorar, que puede ofrecer una mejor versión de sí misma, ya que tiene potencial para progresar si se quiere trabajar en serio y avanzar.
Deseamos una ciudad con trabajo para que se vaya haciendo más grande y no pierda habitantes; más limpia, dónde no solo se limpie mejor, también se intente educar para que la respetemos más; queremos nuestro Paseo de San Gregorio arreglado y listo para ser vivido y disfrutado; más luz en nuestras calles; mejor cuidados los jardines y plazas; aprendamos a dar valor al patrimonio que nos queda, a la historia que fue y de la que siempre se saca un gran aprendizaje para el futuro, a reforzar y poner en valor nuestras costumbres, fiestas, todo aquello que nos identifica: El Voto, el hornazo, el chorizo, Santa Bárbara, el Día de la Virgen de Gracia, etc.
Puertollano, la ciudad en la que vivimos, merece ser querida por los que nos gobiernan y por todos los ciudadanos y ciudadanas que la habitamos y nos sentimos orgullosos de ella.