“Hurricane”: Dylan en estado puro

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Son las 08:03 del Sábado, 20 de Abril del 2024.
“Hurricane”: Dylan en estado puro

Cincuenta años entre su primer y su cuadragésimo primer disco, publicado en 2012; una experiencia vital que le llevó del agnosticismo decorativo al judaísmo militante y, en otra de sus “genialidades” al cristianismo de rosario y sotana; una actividad y creatividad musicales sin parangón que transitó desde la canción protesta, digna heredera de Pete Seeger y Woody Guthrie, hasta el folk electrificado que le valió tantos reproches, y sus vaivenes de los ochenta-noventa entre la ecología, la religión y una especie de ensalada mental que siempre ha resultado tan creativa como su carrera, una de las más brillantes de la historia del rock’n roll. Cuando un tipo es tan legendario, emblemático, prolífico y polémico como Bob Dylan, las canciones (millares de ellas están aún en oscuros cuartos de las discográficas) surgen a borbotones, y elegir una para que nuestro imaginario Sam vuelva a tocarla, se torna una dificultad añadida. A mí me gusta mucho la de hoy y lo que me recuerda; en sí misma es una pieza que rescató a un inocente de las garras de la cadena perpetua yanqui y su valor testimonial perdurará por encima del musical. Hablamos de “Hurricane”.

 

Publicada como inicio de la cara A del álbum “Desire” (1976) la canción fue compuesta con la colaboración de Jacques Levy, un autor, director teatral y psicólogo clínico que estaba bien relacionado en la escena neoyorquina y que fue presentado a Dylan por medio de Roger Mcguinn (guitarra de los extintos Byrds). El tema narra la injusticia cometida sobre Rubin “Hurricane” Carter, un boxeador de segunda fila (Dylan en la canción lo cita como aspirante al título mundial, aunque era noveno en el ranking) que se ve envuelto en un turbio triple asesinato que, sin embargo, fue ejecutado por miembros de la mafia neoyorquina. Carter, que había escrito un libro defendiendo su inocencia, vio como su causa prosperaba tras el interés que demostró Dylan por su causa y producir un canción que la respaldase. Los conciertos previos al lanzamiento discográfico (Enero 1976) y el posterior movimiento social generado permitieron revisar el caso aunque obteniendo otra sentencia condenatoria (Febrero 1976) que años más tarde fue rectificada (1988) para que Rubin Carter obtuviera la ansiada libertad.

 

“Hurricane”no fue la primera canción de Dylan sobre las injusticias del sistema judicial de su país, el hecho de que la canción tuviera una “referencia real” hizo que muchos de nosotros accediéramos al excelente disco “Desire” para poseer este tema, pero no sólo éste, porque en aquel contundente disco del 76, había cosas tan magníficas como “Isis” o “Sara”, entre un total de nueve canciones, la razón mía personal es que nunca había oído a un Dylan tan carnoso, tan apabullante y emotivo y eso hizo que la “cassette”, que fue mi primera copia del “Desire” echara chispas con la historia del boxeador encerrado injustamente. Era todavía el tiempo de aquel programa “Vuelo 605” del maestro Ángel Álvarez que, ya desde noviembre (más o menos los días de la muerte de Franco) nos alegraba la tarde con “Hurricane” en absoluta primicia (la canción se publicó en single en los USA en Noviembre de 1975).

 

El menú de versiones no es tan abundante como en otras ocasiones, pero sí incluye dos tomas de estudio alternativas de Dylan con pequeños matices diferenciales y una en directo, aunque Bob dejó de incluir esta canción en el repertorio tras la segunda condena de Carter y jamás volvió a tocarla en directo Las otras tres son tan diferentes entre sí que justifican su inclusión en esta selecta carta. Oídlas y gozadlas.

Juanma Nuñez Rodrí­guez
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