“Suspicious Minds”: el último triunfo del Rey

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Son las 04:32 del Sábado, 20 de Abril del 2024.

El Rey está triste, ¿qué le pasa al Rey? Aunque acaba de ser padre (Feb-68) Elvis Presley lleva años careciendo del respaldo del público y sus otrora argumentos para ser el número uno, es decir, rebeldía, lujuria y belleza, habían sido sobrepasados por los cachorros de la invasión británica (Jagger, McCartney, Davies…) o la explosión ácida de la Costa Oeste (Morrison, Wilson, Parsons…), como consecuencia de ello, “El Rey del Rock & Roll” estaba muy alejado del cetro que le encumbró a finales de los cincuenta. Su mentor, el coronel Parker (que como sabemos no era coronel), y la banda de músicos de apoyo buscaban un revulsivo, una señal, un camino para reiniciarse y lo encontraron en “Suspicious Minds” (pincha el primer enlace y sigue leyendo, por favor).

 

Como muchas cosas geniales en esta vida, el encuentro entre la canción y su intérprete se produjo de manera fortuita en los estudios de Sound de Memphis, donde Elvis tenía su “cuartel general”. La capital del estado de Tennessee era uno de los centros neurálgicos de la música americana y allí afluían los que querían dotar a sus canciones de esa pátina negroide que tanto lustre daba al rock’n’roll. Con el reciente éxito de los Box-Tops con su “The Letter”, la ciudad y sus profesionales del sonido (productores, arreglistas, sesioneros…) captaban toda la atención, entre otros de un compositor llamado Mark James, que llevaba bajo el brazo unos cuantos temas que pretendía convertir en “singles” de éxito, uno de ellos, “Suspicious Minds” (ahora, querido lector, salta sobre el siguiente enlace, para oírlo), llegó a editarse con bastante poca difusión, ya que ni los arreglos ni el atractivo del intérprete fueron mejorados con un presupuesto significativo, del que sí disponía, sin embargo, Elvis Presley que había llegado a Memphis para grabar el que sería su último intento para regresar a la cresta de la ola: “Elvis In Memphis” (1969). Se cuenta que James, recientemente divorciado y con “affaire” con otra mujer, nadaba en la procaces aguas del mal (¿mar?) de amores, estaba aturdido, confuso y “Suspicious Minds” fue su válvula de escape creativa para tanta tormenta emocional. El caso es que en aquellos estudios, James ofrece al Coronel Parker la canción y se ponen a grabarla con Elvis. El usurero Parker pretende obtener los derechos por “un puñado de dólares” (más bien migajas) y en ese momento, James se lleva su canción de vuelta a “casita”; sólo la tenaz intervención de Presley, que ha olido con su perspicaz nariz de “Rock-Star” un éxito a la mano, hace que todo llegue a buen fin, es más, toma otra canción del bueno de James (“Always On My Mind”) y también la graba en aquellas sesiones junto con “In The Ghetto” y “Kentucky Rain”. Ahora, “s’il vous plait”, podemos iniciar la escucha de la versión de Mark James, tercera de nuestro lote.

 

 “Suspicious Minds”fue grabada en ocho tomas entre las cuatro y las siete de la madrugada del 23 de Enero de 1969, en los ya citados Sound Studios, sin la presencia de su autor que, aunque estaba en la ciudad, no quiso “gafar” la grabación de “El Rey”.  Una vez publicada, la canción voló a los primeros puestos de las listas de éxitos y fue el último número uno de Elvis “La Pelvis” que, sin embargo renació de sus cenizas y tuvo otro par de años en la cresta de la ola, para desaparecer luego entre pastillas y otros compuestos. No obstante (y ahora sí queridos lectores, poneos el resto del repertorio) la cantidad de versiones del tema y la poca desviación de la idea original hacen de ella unas de las 500 mejores canciones de la historia según esas listas a las que tan aficionados son los americanos. Decir que James colaboró con Elvis en otras tres canciones hasta 1972 y que ganó sendos Premios Grammy en 1983 gracias a “Always On My Mind”, pero en la versión de Willie Nelson. Vivir para ver.

Juanma Nuñez Rodrí­guez
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