Por Isabel Castañeda
Entre las acciones de Trump para imponer el nuevo orden, está la ofensiva mediática, que domina a la perfección.
Las tecnologías son el vehículo que utiliza para lanzar sus mensajes, hechos para difundir su punto de vista sobre cómo tienen que ser las cosas, sin filtro, ni contraste, ni análisis de veracidad.
Toda manipulación vale con tal de llevar a la opinión pública hacia sus postulados, que no admiten cuestionamiento alguno.
Su narcisismo llega al punto de decir, de forma provocativa ante los medios, que "él siempre tiene razón".
Sabe que una mentira contada mil veces, puede terminar considerándose una verdad y no tiene recato en hacer de la política un negocio.
Además, conoce perfectamente el mundo publicitario, en el que se mueve como pez en el agua.
Con todo lo expuesto, mencionar el vídeo que ha lanzado para vender su idea de hacer de Gaza un resort de lujo, no puede sorprender, viendo cómo concibe el tablero de ajedrez del mundo.
El vídeo es la prueba de su ambición sin límites y de la falta de empatía hacia las personas.
Se cree con derecho a decidir que los gazaríes dejen su tierra, arrasada por la guerra, y se tengan que dispersar por donde él decida y dejarla libre para sus operaciones financieras.
Ofrece en el vídeo lo que se puede conseguir con dinero: lujo desmedido y todo tipo de comodidades y placeres para quienes se lo puedan permitir.
Donde antes de la guerra había una vida, con dificultades, pero con raíces y relaciones humanas, habrá un parque temático de falso lujo oriental, mezcla del peor gusto y ostentación norteamericana: palmeras y grandes edificios sin autenticidad ni entidad propia.
En una de las imágenes aparecen Trump y su consejero superior, Elon Musk, en unas tumbonas al más puro estilo de la antigua Roma.
Unas exóticas bailarinas completan esta representación teatral.
Como mensaje subliminal, aparece una gran estatua de Trump, como un dios que todo lo preside.
El trasfondo de todo esto, pone en evidencia la división del mundo que él concibe: de un lado, occidente donde está la riqueza y los que mandan y de otro, oriente de donde saldrán los servidores.
No sé qué impresión causará en nuestra sociedad, a mí me parece una provocación y una deshumanización sin límites