Por Isabel Castañeda
Son dos fuerzas opuestas y complementarias, que forman un todo y se encuentran en todas las cosas.
Procede del Taoísmo chino y significa armonía con el tao (el camino, la vía).
Se representa con un círculo, con algo parecido a dos peces enlazados.
La parte oscura, normalmente negra, simboliza el yin y la parte clara, normalmente blanca, el yang.
El yin se refiere a lo pasivo, lo femenino, lo nocturno, oscuro y frío y la parte blanca, el yang, representa lo activo, lo masculino, luminoso y diurno.
Cada una de las partes contiene un punto de color distinto al suyo.
Se compone de dos energías que se unen, para equilibrarse entre sí.
Blanco - negro.
Día - noche.
Masculino - femenino.
La mezcla de los dos hace posible la vida y nos permite darnos cuenta de lo que necesitamos para conseguir el equilibrio.
Es la dualidad en todo lo que existe en el Universo.
En Oriente, lo tienen más presente; en Occidente, no somos conscientes de lo que supone y estamos cada vez más alejados de conseguirlo.
El estrés, el valor excesivo de lo material, la polarización en todos los sentidos y el alejamiento de la búsqueda de la paz interior, dan lugar a una sociedad alienada y cada vez con más problemas mentales.
Se hace necesario practicar la relajación, manteniendo un mayor contacto con la Naturaleza y la Belleza y dándole más importancia al Amor y la Bondad.