La vida es complicada antes de ser sencilla

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Son las 23:33 del Lunes, 17 de Noviembre del 2025.
La vida es complicada antes de ser sencilla

 

Por Isabel Castañeda

 

En medio del bombardeo informativo sobre los últimos acontecimientos sociales y políticos, propios y globales, me he concedido un rato de silencio, para reflexionar sin interferencias.

En este ambiente de sosiego y calma, he conectado con un personaje del siglo XV, que me ha servido de inspiración para elaborar mi pensamiento.

Se trata de Paracelso, un alquimista, médico y astrólogo del que me han llamado la atención unas frases, entresacadas de un texto más amplio:

"Todo es veneno y nada es veneno, sólo la dosis hace el veneno".

"Un gramo cura, gramo y medio mata".

Estas palabras me han servido de arranque para las siguientes preguntas:

¿Hacia dónde vamos?

¿Hacemos buen uso de las tecnologías?

La respuesta quizá esté en el discurso mental que me va surgiendo.

En un principio, la sencillez se asociaba a simpleza, ingenuidad, falta de desarrollo.

La idea más generalizada es que la evolución es una carrera hacia la complejidad y nos enredamos en toda clase de teorías y descubrimientos que hacen difícil encontrar estabilidad.

Después, caemos en la cuenta de que lo sencillo rehúye la exageración y valora las cosas pequeñas bien hechas, desconfía de las idealizaciones y promesas, desechando lo superfluo.

La vida sencilla es tal cual, sin dogmas ni recetas.

Lo sencillo no aspira a la riqueza, tampoco a la carencia, pero sí a la suficiencia.

Es el justo medio, el equilibrio.

Vivimos un siglo en el que la complejidad o concurrencia de múltiples intereses, hacen difícil la toma de decisiones.

La pluralidad de factores que debemos tener en cuenta, sin excluir a ningún miembro del sistema, no facilita las cosas.

Manejamos tanta información que, cada vez utilizamos menos la inteligencia intuitiva, que promueve valores nobles, aplicados a un vivir sencillo en la gestión diaria de problemas...

De hecho, cuando las personas queremos señalar la dificultad ante una situación, decimos coloquialmente:

"No voy a poder, hoy lo tengo muy complicado".

En vez de considerar las cosas buenas o malas, son sencillas o complicadas.

Nuestro mundo se va enredando y cada vez nos enfrentamos a más retos.

¿Cómo salir de este bucle emocional de soledad y tecnología?

Sencillamente fluyendo con la vida, a manera de un río, rodeando los obstáculos o abrazándolos.

La humanidad antes inocente e ingenua, tuvo que crecer mediante la complejidad de su mente.

Lo positivo es que el ser humano, crecido en lo complejo, vuelve a ser consciente de que en la sencillez está lo que de verdad importa…

Los eruditos aburren con sus teorías y los discursos políticos o populistas carecen de credibilidad.

El ser humano busca autenticidad más allá de las palabras.

Si diéramos buen uso a las tecnologías, éstas estarían a nuestro servicio, mientras los seres humanos nos dedicamos a crear.

Es un ciclo de tiempo en que las semillas de consciencia nos permiten comprender y ser más felices.

-Sencillez, consumo responsable, posesiones materiales justas.

-Desarrollo sostenible, ritmo sosegado, simplicidad de vida.

-Lo sencillo amigo de lo auténtico.

-No somos dueños de nada. Las cosas nos son prestadas.

-Dejar ir lo que no es posible retener.

-Ver la vida como una mariposa que no podemos poseer.

El punto de partida de la humanidad fue la simplicidad.

Tras cruzar lo complejo, debemos valorar la sencillez.

Entonces, el círculo se cierra.

Isabel Castañeda