Erik Satie: Fragilidad Bohemia

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Son las 15:26 del Sábado, 12 de Octubre del 2024.
Erik Satie: Fragilidad Bohemia

 

 

 

Erik Satie es quizás uno de los compositores bohemios más extravagantes y genuinos  que ha dado el siglo XX. Nació en París, dónde desarrolló la mayor parte de su vida. Intentó ingresar en el conservatorio de la ciudad en dos ocasiones, en 1879 y 1885, siendo rechazado en ambas. A pesar de ello, logró entrar en el conservatorio a la edad de 40 años.

Comenzó a trabajar en Montmartreen el año 1887 para el cabaret Le Chat Noir. Allí escribió varias de sus piezas musicales más reoconocidas: las Gymnopédies y las Gnossienne.

Entre sus múltiples  extravagancias, se pueden destacar la de seguir una dieta exclusivamente compuesta por alimentos de color blanco, o la de su fobia al tranvía, la cual le hizo al final de su vida tener que andar cerca de 10 km diarios para moverse desde su residencia hasta el centro de París.

En cuanto a su música, podemos decir que fue un “minimalista” adelantado a su época, ya que a través de patrones repetitivos y su armonía impresionista  logra crear una música cuasi surrealista. Una música que perfectamente podría ser comparada con una pompa de jabón: frágil y juguetona. Es una música de una fragilidad tal que hace que te sientas como un niño pequeño jugando con su pompero; contemplativo y temeroso; admirando la delicadeza de las pompas que van marcando rutas impredecibles por el aire aún a sabiendas de que un simple roce puede hacer que estallen en mil pedazos.

Otra de las características que tiene parte de su música, es su carácter circular. Podríamos reproducir eternamente sus Gnossiennes sin que nos dé la sensación de que formalmente no encajan. De hecho, su carácter repetitivo, lento y juguetón logra transportarnos a un mundo de ensoñación que pocos compositores consiguen.