Tartini, el Dorian Grey del violín

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Son las 14:01 del Sábado, 20 de Abril del 2024.
Tartini, el Dorian Grey del violín

 

Hace poco estaba escuchando una conferencia de Albert Espinosa (escritor y guionista de Pulseras Rojas, aquella serie que se emitió hace unos años sobre unos niños y adolescentes que luchaban contra el cáncer) y en ella decía que uno de sus escritores favoritos era Oscar Wilde porque en sus libros, según pasan las páginas el dolor se transforma en energía. Es de sobra conocida su obra "El retrato de Dorian Grey" (publicada el 20 de junio de 1890) donde su personaje principal hace un pacto con el diablo a cambio de la juventud eterna.

Unos años antes, en 1713, el prodigioso violinista Giusseppe Tartini realizó, en sueños, un pacto con el diablo a cambio de escribir la mejor obra para violín de la historia. Este violinista y compositor nace en Pirano en 1692, y hasta la llegada de Paganini, fue el violinista más prestigioso y el que más avances técnicos hizo. Comenzó sus estudios eclesiales en la escuela "San Felipe Neri" de Pirano siendo unos de sus más brillantes alumnos. Posteriormente se  trasladó al colegio de los Padres de las Escuelas Pías de Capodsitria donde comenzó sus estudios musicales y conoció al violonchelista Antonio Vandini.

Tras estudiar derecho en Padua y pasar su tiempo libre siendo un gran practicante de esgrima, comienza a trabajar como violinista en un teatro local de Ancona, perfeccionando su técnica y llegando a poseer el primer violín Strardivarius, fabricado por el luthier más prestigioso de todos los tiempos: Antonio Strardivari.

Además de su pasión por el violín, Tartini también se dedicó a vida a escribir tratados de música como "Tratado de música según la verdadera ciencia de la armonía" publicado en 1754. Entre sus contribuciones al mundo de la música destacan principalmente el ser impulsor de la moderna técnica de arco en los instrumentos de cuerda y el descubrimiento del "tercer sonido". 

 

 

El tercer sonido se una nota adicional que se escucha al tocar simultáneamente dos notas y correspondería a la diferencia en la afinación de la nota superior. Este concepto aparece por primera vez en su "Tratatto di Musica".

La composición más trascendental de Tartini es "El trino del diablo". Para los que no sepáis qué es un trino, decir que es un adorno musical que se produce al batir dos notas simultáneas repetidamente. Aunque la música está llena de ellos, para que lo entendáis un poco más claro, sonaría parecido al canto de un pájaro.

"El trino del diablo" es una composición que realizó Tartini a cambio de vender su alma al diablo. Él mismo le describe al astrónomo Jérôme Lalande su encuentro con el maligno de la siguiente manera:

"Una noche, en el año 1713 soñé que había hecho un pacto con el diablo a cambio de mi alma. Todo salió como yo deseaba: mi nuevo sirviente anticipó todos mis deseos. Entre otras cosas, le di mi violín para ver si podía tocar. ¡Cuán grande fue mi asombro al oír una sonata tan maravillosa y tan hermosa, interpretada con tanto arte e inteligencia, como nunca había pensado ni en mis más intrépidos sueños! Me sentí extasiado, transportado, encantado: mi respiración falló, y desperté. Inmediatamente tomé mi violín con el fin de retener, al menos una parte, la impresión de mi sueño. ¡En vano! La música que yo en ese momento compuse es sin duda la mejor que he escrito, y todavía la llamo el Trino del diablo, pero la diferencia entre ella y aquella que me conmovió es tan grande que habría destruido mi instrumento y habría dicho adiós a la música para siempre si hubiera tenido que vivir sin el goce que me ofrece."

No sabemos cómo sonaría la obra que Tartini consiguió escribir en su sueño a cambio de venderle su alma al diablo, pero el resultado que transcribió para la posteridad es una obra bastante sentimental y evocadora.

Marcelino Mora González