La expresión "Don't ask, don't tell", proviene de una ley americana que entró en vigor en el año 1994 y derogada en 2011. Su propósito era que todo aquella persona homosexual o bisexual que perteneciera a algún cuerpo de seguridad ocultara su orientación sexual. En el mundo del arte, al igual en todos los ámbitos de la vida, la homosexualidad ha estado tan presente como la heterosexualidad, pero debido a las creencias sociales ha sido camuflada o directamente encubierta por miedo a represalias penales o sociales. Afortunadamente, la mayor parte de la sociedad ha ido evolucionando y reivindicando derechos y libertades individuales que nos ayudan a construir un mundo un poco más igualitario donde cualquier tipo de discriminación es, o debería serlo, condenada.
A lo largo de la historia de la música ha habido tanta diversidad como personas que se han dedicado a tan noble arte. La diversidad ha sido, y sigue siendo, un elemento enriquecedor que hace del arte algo tan particular que es tarea tanto del creador como del espectador el dotarlo de sentido; un sentido que a veces puede situarse en las antípodas sin que por ello deje de tener un determinado valor para ambos Sin embargo, la diversidad no siempre ha sido aceptada, ni lo es en la actualidad, de igual manera por las distintas sociedades que pueblan el globo terráqueo.
Uno de los ejemplos más claros de esta diferencia de aceptación de la diversidad es la referente a Priotr Ilich Tchaikovsky. Este compositor ruso es uno de los más grandes referentes de la historia de la música. Tchaikovsky vivió durante el siglo XIX y su música está enmarcada dentro de lo que se denomina el Romanticismo, un movimiento artístico que pone a la persona y sus particularidades en el centro de la creación; un movimiento que se deja llevar más por el sentimiento que por la razón y en donde se alcanzan grandes hitos artísticos y sociales que hasta ese momento eran impensables.
La correspondencia del propio Priotr Ilich Tchaikovsky con sus allegados, así como algunas autobiografías de sus parientes cercanos reflejan los encuentros y sentimientos que Priotr tenía hacia personas del mismo sexo. Él mismo llegó a tomar conciencia y asumir sus tendencias homosexuales en una edad temprana, aunque intentaba inhibirlas en la medida que podía ya que socialmente no eran bien vistas. Con el fin de guardar las apariencias, en el año 1868, contrajo un breve matrimonio con la soprano belga Désirée Artôt, pero esta le abandonó por un miembro de su compañía. Tras el fracaso de su matrimonio, lo intentó de nuevo con una alumna suya de composición, Antonina Miliukov, a quien abandonó al poco tiempo a pesar de permanecer legalmente casados hasta el final de sus días. Esto le supuso al compositor grandes conflictos internos que quedaban reflejados de una u otra manera en su música.
En numerosas cartas Tchaikovsky confiesa a sus allegados intentar en vano ser alguien distinto al que es por naturaleza y rechaza el recurrir de nuevo al matrimonio como camuflaje, ya que esto solo le acarreaba múltiples quebraderos de cabeza consigo mismo. Una de las piezas que mejor refleja esos sentimientos encontrados los es su sexta sinfonía, llamada "Patética". Es una de las piezas más emocionantes y sentimentales de la historia de la música. Esta sinfonía fue estrenada nueve días antes de la muerte del compositor. El título de la obra fue sugerido por su hermano y se dice que es una obra autobiográfica que desemboca en un réquiem.
La muerte del compositor ruso sigue siendo un gran misterio sin resolver: Hay fuentes que señalan que falleció a causa del cólera mientras otras líneas de investigación sostienen que Tchaikovsky se suicidó al ser condenado a muerte por el régimen debido a su condición sexual.
Desafortunadamente, a pesar de las evidencias más que corroboradas por diversas fuentes de las tendencias sexuales de Tchaikovsky, y aún siendo uno de los compositores más admirados de la historia de la música, en Rusia, su país natal, se sigue aplicando una especie de "Don't ask, don't tell" sobre el compositor. Actualmente las autoridades rusas siguen negando y censurando todo tipo de evidencias que demuestren una característica más de la vida compositor y siguen mostrando su rechazo a esa diversidad que hace nuestro mundo un poco más humano