Turismo nacional: Vuelta a las tierras de labranza

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Son las 06:54 del Jueves, 18 de Abril del 2024.
Turismo nacional: Vuelta a las tierras de labranza

En esta séptima y última etapa de nuestro viaje sonoro por nuestra geografía volvemos a La Mancha. Soy consciente que me he dejado por el camino a múltiples músicos que han sido relevantes a lo largo de nuestra historia, pero es humanamente imposible condensarlos todos en siete relatos. Espero poder retomar otro viaje sonoro para conocer a más músicos españoles en el futuro, pero espero que en esa ocasión sea por mero entretenimiento y no porque nuestra vida siga marcada por una pandemia como la que estamos viviendo en la actualidad.

Si algo de lo que se debería presumir musicalmente en La Mancha, es de tener un festival dedicado al popularmente conocido como "género chico" o Zarzuela. Este festival comenzó en la localidad de La Solana en 1984. El libretista Federico Romero escogió esta población manchega para ambientar una adaptación libre en dos actos de "El perro del hortelano", de Lope de Vega. Con música de Jacinto Guerrero, "La rosa del azafrán" probablemente sea la zarzuela más famosa de nuestra historia. 

Jacinto Guerrero nació en Ajofrín (Toledo) en agosto de 1895. Comenzó su andadura musical en la banda de su pueblo tocando la percusión. Al fallecer su padre, se traslada a Toledo donde estudia solfeo y canto. Compagina diversos trabajos para mantener a su familia con el estudio de piano y violín. Gracias a su obra "Himno a Toledo", conigue una beca de formación para marcharse al Conservatorio de Madrid. Probó fortuna escribiendo música seria con su poema sinfónico "Jahía", pero al no reportarle grandes beneficios económicos, decidió buscarse un libretista y componer música para un público más amplio, tachándole algunos por ellos de escribir música demasiado popular. Entre sus obras destacan "Los gavilanes", "El huésped sevillano" y, por supuesto, "La rosa del azafrán". 

Una de las piezas más conocidas de esta zarzuela es "La canción del sembrador", que muchos consideran como el himno "oficial" de Castilla la Mancha. Lo cierto es que en esta tierra, por no tener, no tenemos ni himno oficial, un reflejo más de la gran preocupación que hay aquí (salvo en contadas excepciones) por nuestra música, por nuestra cultura a y nuestro patrimonio más allá del hipertrillado Don Quijote de la Mancha. Para finalizar esta parada os propongo la escucha de las dos piezas más reconocidas: "La canción del sembrador" y "La canción de las espigadoras".

 

 

Gracias por acompañarme en este viaje. Confío en que hayáis disfrutado descubriendo nuevos paisajes sonoros tanto como lo he hecho yo escribiendo sobre ello. Os animo encarecidamente a que siempre que tengáis ocasión, os acerquéis a todos los escenarios y espacios culturales posibles para disfrutar de nuestra cultura, de nuestra música y danza, así como de nuestro cine para apoyar a uno de los sectores que más ha sufrido durante esta pandemia. Es un sector que normalmente se encuentra bastante marginado y desvalorado del que se tiene la falsa imagen de que el que toca un instrumento o escribe una obra lo hace por placer  y por el mero hecho de hacerlo ya recibe el suficiente pago (¡¿Cobrar por trabajar?! ¿¡Pero dónde se ha visto eso?!).  No me queda otra más que animaros a impulsar cada uno en la medida de lo que pueda un sector  que es de vital importancia para nuestra identidad social  y que será un gran legado para los futuros ciudadanos de nuestra tierra.