A golpe de clic
y a un clic de distancia del olvido,
las compras por internet han alcanzado proporciones frenéticas.
Pedimos 9 artículos y devolvemos 8.
Mientras, vamos destruyendo el medio ambiente.
ATENCIÓN, ¡POR FAVOR!
Te tientan con miles de artículos a precios de ganga,
artículos que te aseguran que necesitas y usarás.
¿Te das cuenta?: 24 horas al día puedes pedir, pedir, pedir…
Te dicen que este precio tan bueno
sólo estará vigente durante una hora.
Así que corres a comprar
otra tontería que no necesitas.
EL YOGI QUE VESTÍA DE BLANCO
Él vestía de blanco todos los días de la semana, noche y día.
Nunca cambió de color, ni siquiera para el día de su boda.
Ejercitaba aparigraha (no avaricia),
sólo prestaba atención a lo necesario
y rara vez fue víctima de la avidez.
Nuestro gurú siempre vestía de blanco.
DAÑO AL MEDIO AMBIENTE
Para cada objeto que compras, tierra-agua-fuego
el aire y la atmósfera también, participan en su fabricación.
La huella de carbono aumenta, el calor se hace insoportable.
Estamos envenenando a la Madre Tierra,
a la que los griegos llamaban Gaia:
está sufriendo, se quiebra,
por culpa del hombre que ha perdido la cabeza.
RIQUEZA MALGASTADA
Un reloj de 1000 rupias te da la misma hora
que uno de 14 millones, tal como descubrió
aquel niño rico malcriado
cuyo padre compra mansiones por docenas
y deja un séquito de sirvientes en cada una de ellas.
Rara vez visita su rascacielos de 24.000 millones
porque sus camisetas están en el piso 21
y sus calcetines en el 17.
¡Cuánto trajín para vestirse!
EL ALMA ESTÁ DESCUIDADA
Llorando, el alma se dirige al Señor para decirle:
“Por favor no me envíes a la Tierra.
Allí se han vuelto locos: compran ropa
que sólo se ponen una vez
y viven en mansiones
donde hay que viajar en helicóptero
para llegar de una punta a otra.”
Harold Sequeira
(Maestro de Yoga en The Yoga Institute de Bombay -India-)
Traducción de Juan Felipe Molina