Mucho antes, en la India, el Ayurveda ya había detectado la demencia hace más de dos mil años y la llamó “unmada”, un trastorno mental cuya causa se consideró producto de la perturbación de los “doshas” (las tendencias energéticas o aires vitales que están presentes en todas las personas).
Voy a contaros una historia. Hace más de un siglo, el ministro principal del rey de Baroda, en el norte de la India, se encontraba tan abrumado por el exceso de trabajo y por el peso de las responsabilidades de su cargo que, repentina e inesperadamente, se encerró en su despacho. Allí comenzó a vociferar y hablar sin sentido, dejó de comer, empezó a delirar y exhibió una conducta tan perturbada que llegó al extremo de hacerse sus necesidades encima. Imaginad el hedor y el ambiente literalmente irrespirable que se creó en torno a aquel pobre hombre. El rey y su séquito estaban perplejos e impotentes, y no encontraron otra solución que mandar aviso al gurú del soberano, al gran Paramhamsa Madhavdasji. Cuando el yogui llegó al palacio, se encaminó al despacho del ministro, lo llamó por su nombre y este respondió. A continuación, pidió a los sirvientes que asearan y vistieran al enfermo y pusieran orden en sus dependencias. Acto seguido, el ministro se sentó a los pies de Paramhamsa y bebió del vaso que el gurú le ofrecía, donde el sabio había diluido en agua unos polvos curativos. Durante los tres días siguientes el ministro estuvo expulsando de su cuerpo, a través del vómito y las purgas, toda la toxicidad acumulada que había envenenado su cuerpo y su mente. Y de este modo, el desequilibrio de sus doshas se curó, facilitando el restablecimiento y la sanación del paciente. Tal era la sabiduría y el poder de los yoguis.
En el transcurso de sus más de 100 años de existencia, muchas han sido las personas que han llegado a The Yoga Institute de Bombay en un estado similar al de aquel primer ministro. Y todas ellas se beneficiaron de un proceso de purificación gradual mediante “kriyas” destinadas a limpiar la toxicidad de sus pulmones, sus estómagos (convertidos en depósitos de alcohol y en cementerios de cadáveres de animales donde, lamentablemente, no había rastro de frutas, verduras ni hortalizas), sus intestinos y el resto de órganos internos, desintoxicando sus cuerpos del veneno acumulado durante años de sometimiento bajo el yugo de un estilo de vida incorrecto. Se trata de un método curativo que, conjugando la sabiduría del Yoga y del Ayurveda, ofrece un extraordinario método sanador que también es preventivo, pues ayuda a evitar la aparición de la enfermedad.
Y es que unos 60 millones de personas en el mundo padecen, en mayor o menor grado, algún tipo de demencia. Es un deterioro del cerebro y del sistema nervioso que afecta al funcionamiento de varios sistemas en el cuerpo. El paciente pierde la memoria, se vuelve caótico y alterado, es incapaz de desenvolverse en su vida cotidiana y de trabajar, su actitud se torna negativa, muestra una incapacidad para mantener relaciones sociales, se vuelve auténticamente insoportable, las personas de su entorno rehúyen su compañía, cada vez se aleja más de los demás y hasta de sí mismo, sumiéndose en una especie de locura que lo hace degenerar y vegetar. Y así, en lugar de vivir una hermosa vejez, se convierte en una persona “sin mente”, camino al fin de su vida.
Ante esta situación, ¿cómo puede ayudarnos el Yoga con sus técnicas terapéuticas? He aquí algunos consejos:
- Practica asanas sencillas de estiramiento, flexión y torsión, como Talasana, Konasana o Ardhamatsyendrasana.
- Realiza los Pranayamas Yogendra más adecuados a tu condición física y mental.
- Convierte las prácticas psicosomáticas como Nishpandabhava en parte de tu rutina de yoga.
- Las terapias de trabajo desinteresado, como la limpieza, la jardinería o el karma yoga, resultan muy beneficiosas.
- Sé creativo: canta, baila, dibuja, pinta, escribe… Elige la afición que más te motive.
- Frecuenta la vida al aire libre y el contacto con la naturaleza.
- Cuida tu alimentación con esmero.
- Práctica la meditación, bajo la guía de un maestro competente, y también la oración, si tienes esta inclinación religiosa.
A partir de mi experiencia tras décadas enseñando Yoga, he podido comprobar cómo muchas personas se han beneficiado de este paradigma de formación, logrando notables mejorías en su forma de pensar, en la memoria y en sus interacciones sociales.
Harold Sequeira
Maestro de Yoga. The Yoga Institute. Bombay (India)
Traducción: Juan Felipe Molina