La salud mental en cifras
Según la Organización Mundial de la Salud, en 2019 una de cada ocho personas en el mundo (unos 970 millones de personas) padecían algún trastorno mental. Los más comunes eran la ansiedad y los trastornos depresivos, que en 2020 aumentaron considerablemente debido a la pandemia de COVID-19.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, los problemas de salud mental más frecuentes son la ansiedad (presente en el 6,7% de población), la depresión (que afecta al 4,1% de la población y se va incrementando con la edad), los trastornos del sueño (que inciden en el 5,4% de la población, más en mujeres que en hombres), las psicosis (1,2%) y la demencia (que afecta al 3,2% de la población de 60 y más años). En la infancia y la adolescencia, los problemas más frecuentes son el trastorno de déficit de atención por hiperactividad (TDAH) y los problemas específicos del aprendizaje, que afectan al 1,8% y al 1,6%, respectivamente.
Hasta aquí las cifras. Ahora cabe preguntarse: ¿qué puede hacer el yoga por nuestra salud mental?
Yoga y salud mental
En los cursos, seminarios, talleres y charlas que he impartido durante décadas por medio mundo, he venido recomendado a los estudiantes que realizasen este sencillo autoestudio: siéntate en una asana meditativa estable, cierra y relaja los ojos, equilibra tu respiración y hazte la siguiente pregunta: “Cuántos altibajos he tenido en las últimas 24 horas?” Con esta práctica, al familiarizarse con su propia mente y con las fluctuaciones que en ella ocurren constantemente, el estudiante de yoga será capaz, a su debido tiempo, de detectar cada problema o aflicción que surja en su mente, identificar su causa y observar sus efectos. De tal modo que cada vez que se enfrente a un problema similar se activará en su interior una señal de aviso que le hará detenerse, ser consciente de que su mente se altera y actuar en consecuencia. Y para ello existen en yoga prácticas como Brahmari, un pranayama tan rápido que sus vibraciones disuelven las modificaciones mentales.
Puedes seguir siendo una persona inestable, que se deja arrastrar por las continuas modificaciones de tu mente y permite que ésta tome el control y te arrastre en su vaivén imparable. Pero cambiar es posible y está en tu mano. Rediseña tus pautas de pensamiento y actuación para atenuar las oscilaciones mentales que tanto pueden alterarte. Es hora de superar tu comportamiento inmaduro, de crecer gradualmente en madurez y comprensión. Mediante el estudio de las Kleshas, o aflicciones mentales (Yoga Sutras 2.2 y siguientes) podrás convertirte en un experto en el manejo de las tendencias innatas e instintivas que pueden conducir al trastorno mental.
Es evidente que para cada trastorno mental existen unas estrategias específicas. Así, para los trastornos de la personalidad que afectan a niños y jóvenes pero que todavía no son una enfermedad (aunque se manifiesten en comportamientos tan fastidiosos como esas descargas incontroladas de ira que denotan la incapacidad de quien las expresa para procesar hábilmente los estímulos que recibe del exterior) el asesoramiento, los consejos y la orientación ejercida por una persona capacitada pueden ayudar. También para los casos de ansiedad, neurosis y depresión resulta muy conveniente el asesoramiento, así como la atención especializada por parte del psicoterapeuta. En trastornos más graves como la psicosis, en los que puede existir peligro para el propio afectado y para los demás, será necesaria también la medicación.
La vejez, la demencia y la menopausia generan con frecuencia situaciones de desesperanza y desamparo. Para aliviarlas y superarlas, la práctica del Karma Yoga, el de la acción eficiente y desinteresada, ayudará enormemente, junto con el counselling y la meditación. Las caminatas (preferentemente por un entorno natural), la oración, la jardinería, la práctica de una afición, la actividad física, cantar, bailar, escuchar música, leer textos sugerentes y estimulantes, frecuentar la compañía de personas inspiradoras, visitar lugares bellos y motivadores, reír… hay tantas cosas tan sencillas que se pueden hacer para salir de los estados de abatimiento, que merece la pena ayudarse de ellas.
Una mente estable y constante
Las nociones y prácticas de yoga componen un amplio espectro de actuación que nos ayuda a construir y mejorar, paso a paso, nuestra salud mental. He aquí cuatro ideas fundamentales:
1. Cambia tu estilo de vida. Hazlo sin sobresaltos ni brusquedades pero con determinación. Organiza tu vida conforme a un diseño adecuado a tus necesidades, obligaciones y aspiraciones.
2. Sigue una dieta correcta e idónea según tu edad, condición física y ocupación. Ingiere siempre alimentos saludables.
3. Ejercita diariamente una práctica física ajustada a tu condición.
4. Práctica la relajación, el entretenimiento, la reflexión y la meditación que más se adecúen a ti.
También hay cuatro técnicas de yoga que son fundamentales para la salud mental y psicológica, a saber:
1. Kriyas, o purificaciones internas de los órganos
2. Asanas, o posturas corporales
3. Pranayamas, o prácticas respiratorias
4. Meditación
Recuerda que todas estas técnicas, aunque se apliquen al cuerpo y a los elementos físicos, tienen incidencia y beneficios mentales, psicológicos y espirituales. Para ponerlas en práctica se necesita la guía de un profesor o maestro de yoga experto y capacitado. Aún en la distancia, y gracias a las modernas tecnologías, encontrarás un sinfín de consejos, orientaciones, prácticas explicadas, vídeos y actividades en The Yoga Institute (https://theyogainstitute.org/), una institución que ha perfeccionado unas pautas sencillas y unas enseñanzas que te ayudarán a desarrollar y fortalecer gradualmente tu salud física, mental y espiritual.
Harold Sequeira
Maestro de Yoga. The Yoga Institute. Bombay, India
Traducción y adaptación: Juan Felipe Molina