Por Juan Felipe Molina
En la última reunión anual del Foro Económico Mundial de Davos se discutieron las inminentes alteraciones que la inteligencia artificial introducirá en nuestra forma de vida.
Mas la visión yóguica es que la IA no puede alterar la conciencia humana, porque la conciencia es superior.
Lo cual no evita que suenen las alarmas ante la irrupción de la inteligencia artificial y su extensión en diferentes aspectos de nuestra vida.
Así, las grandes empresas mundiales ajustan sus plantillas con la previsión de que se pierdan miles de puestos de trabajo. Se vislumbran días oscuros para muchos trabajadores que se quedarán sin empleo, porque esta nueva tecnología trabaja más rápido y con mayor precisión que el trabajador humano. Aunque los grandes magnates y las grandes empresas mantendrán sus beneficios a buen recaudo, adoptando las “medidas preventivas” necesarias, que no obviarán los recortes en las plantillas.
Un nuevo sistema que trabaja a la velocidad de la luz está dando la batalla y el trabajador humano ¿quedará obsoleto?
Idéntica pregunta podemos hacernos sobre los profesores de yoga: ¿serán irrelevantes ante la irrupción de la inteligencia artificial?
No, en verdad no, dice el Maestro. Porque los yoguis trabajan más rápido. Su herramienta de trabajo está más allá de la mente y ellos encuentran respuestas superiores a través de la meditación, donde la conciencia hace brillar la luz; donde la intuición, o pratibha, se desarrolla y ve más allá del tiempo, del espacio y de la causalidad, y arroja luz sobre cosas invisibles y desconocidas.
Patanjali, el gran vidente, habló de nirmana citta, la mente creada artificialmente: el yogui asciende la escalera de la materia y, superando sus herramientas mentales, crea conocimientos que están más allá de la inteligencia artificial.
Pero tienes que trabajar duro. Y la palabra clave es “meditación”. Un proceso tres en uno en el que el objeto, la percepción del objeto y el conocimiento del objeto (que generalmente están fusionados y confusos) el yogui es capaz de ver, los tres, en un mismo lienzo, en un mismo y único panorama. Y de este modo crea conocimientos, como un experto en IA.
Debes sumergirte profundamente si quieres obtener respuestas profundas. No es una traea fácil: tienes que aprender a nadar, y practicar diariamente muchas brazadas, y ver los “mapas de la inteligencia" que están ocultos bajo la superficie, y así ganar maestría sobre la vida, y aprender el arte y las lecciones sobre la apertura de la conciencia.
Un proceso éste en el que la India es un referente donde encontramos ejemplos como el de los gurus y maestros de la familia Yogendra quienes, anticipándose a esta necesidad, nos enseñaron a entrenar nuestro cuerpo-mente-espíritu de forma impecable y perfectamente integrada. Preparando al ser humano para usar el instrumento de la inteligencia artificial como el nuevo sirviente, ¡y no como el amo!
Harold Sequeira
Maestro de Yoga en The Yoga Institute de Bombay (India)
Traducción del inglés y adaptación: Juan Felipe Molina