Muchas casas rurales, restaurantes y hoteles que hay por los alrededores viven de la caza, también los pueblos que rodean el parque como Brazatortas, Solana del Pino, Cabezarrubias del Puerto, Hinojosas de Calatrava, Mestanza, San Lorenzo de Calatrava, Almodóvar del Campo y Fuencaliente subsisten los meses de invierno gracias a la actividad cinegética.
La actividad cinegética en Castilla la mancha es primordial, supone el 12 por ciento del producto interior bruto y emplea a más de 42.000 personas. En la zona del Valle de Alcudia, también es una actividad fundamental para el asentamiento de la población. De octubre a febrero, un volumen importante de vecinos que habitan los 8 pueblos que rodean el parque viven de la caza: Profesionales que trabajan en hoteles, en restaurantes o casas rurales, y por otro lado ojeadores, monteros, propietarios de rehalas, guardería de fincas y guardería forestal… Son muchos los puestos de trabajo que genera la actividad cinegética.
Fuencaliente casi en el límite con la provincia de Córdoba es uno de esos claros ejemplos en los que directa o indirectamente la mayoría de la población está relacionada con la actividad cinegética que favorece la comarca. Igualmente los establecimientos hoteleros que hay en la zona también están orientados a agasajar a los amantes de la actividad cinegética, que por estos lares provienen de diferentes puntos de España, incluso del extranjero. En su decoración predominan los motivos de caza y para sus menús incluyen carne de todo tipo de reses de caza mayor: corzo, jabalí o ciervo, incluso de caza menor, como perdices, codornices o conejos…
A dos kilómetros del pintoresco pueblo de Fuencaliente, en un frondoso paraje , se encuentra el Hotel-restaurante Sierra Madrona que ha hecho que la gastronomía con carne de caza se convierta en un placer singular y diferente. Antonio Alonso es quien regenta el restaurante, “su cocina está basada en la utilización de recursos naturales del entorno”, reconoce. “Aquí hay carne de caza todo el año, porque al margen del tiempo de veda , las salas de despiece las preparan y te las suministran en cualquier época del año”. El 70 % de los platos de su menú son elaborados con carne de caza
En su restaurante podemos encontrar recetas propias o incluso personalizadas, porque el cliente puede elegir su plato, al gusto. “Mis clientes siempre me dicen que no es a su gusto, si no al mío, porque acabo elaborando el plato como yo quiero, aunque se van satisfechos”, reconoce Antonio.
Ciervo con pasas y arándanos o con higos y chocolate, jabalí con crema de bellotas y castañas, y por qué no, una sopa con tasajo de ciervo “consistente para entrar en calor”, son solo algunos de los platos con carne de caza que prepara. “Los ingredientes que necesitamos para elaborar la sopa para 6 personas son tomates del terreno, ajo, pimiento rojo, una cebolla mediana, tres patatas, 350 gramos de tasajo de ciervo que venden en Solana del Pino o Cabezarrubias, orégano, comino y pan en lonchas finas”, Antonio nos da la receta y reconoce “que el único secreto para cocinar bien la carne de caza es utilizar pocas especias, pues ya tiene mucho sabor por si sola”.
En cuanto al I Congreso Nacional de turismo cinegético de Ciudad Real de los días 26 y 27 de septiembre, reconoce que “puede ser interesante, pero la caza hay que tratar de organizarla de otra manera para que reparta más beneficio”, precisa, porque “casi todos los pueblos donde hay mucha actividad cinegética son pequeños, y al haber varias monterías en un mismo día se satura la red hotelera, los perreros no dan abasto y la gente no puede estar en dos sitios a la vez. Convendría distanciar y organizar mejor las fechas de cada montería. De esa manera se podría también dar mejor servicio”.
Reconoce que él no es cazador “porque no le gusta”, se define como “una persona que lleva viviendo más de 35 años de la hostelería gracias a la materia prima que le rodea” desde los animales que otros cazan a los frutos del bosque que tiene al alcance de la mano.
El establecimiento de Antonio Alonso es uno más de los muchos establecimientos que salpican el Valle de Alcudia, que sustentan su negocio en la actividad cinegética de la comarca.
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