El melodioso canto de los ruiseñores, los trinos de los veloces vencejos o la presencia de vistosos bandos de abejarucos, son algunas señales de la llegada de la primavera, ha explicado a Efe la técnico de SEO/Birdlife, Virginia Escandell, con motivo del Día Mundial de la Aves Migratorias, que se celebra este sábado.
ABEJARUCOS
Estas aves, que llegan cada primavera procedentes del África subsahariana para reproducirse en la península, se alimentan fundamentalmente de abejas y “son muy conocidas por sus vivos colores”, señala la técnico del área de ciencia ciudadana de SEO/Birdlife.
De hecho, “cualquier persona que las vea de cerca» y no las reconozca «podría llegar a pensar que son aves exóticas”.
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Un ejemplar de golondrina común recoge barro en una charcha en Ciudad Real. Archivo EFE/Beldad
GOLONDRINAS
Otro de los pájaros que revelan que se acaba el invierno son las golondrinas, unas aves que “todos los años van a los mismos sitios donde han anidado”, preferentemente en ambientes rurales en “zonas de paisaje en mosaico agrícola”, en donde se alternan pastos, matorrales y bosques, explica Escandell.
Los adultos tienen las plumas de la cola “muy salientes”, lo que ayuda a diferenciarlas de otras aves similares «como aviones y vencejos». Además, en esta época “cazan muchos insectos para alimentar a sus crías”, por lo que constituyen un apoyo natural contra las plagas.
VENCEJOS
Parecidos a la golondrinas, pero “de color negro y con grandes alas”, los vencejos son aves perfectamente adaptadas a la vida aérea, ya que comen, duermen y se reproducen en vuelo. «Es el ave migratoria que más se ve en las ciudades”, dado que les gusta volar a gran altura y anidar sobre edificios altos.
CIGÜEÑAS BLANCAS
“Aunque muchas ya se quedan aquí todo el año», dice el refrán que «por San Blas, la cigüeña verás”, por lo que los hábitos migratorios de estas aves ya estaban recogidos en la cultura popular.
Según SEO/Birdlife, “las cigüeñas se aprovechan de los vertederos”, donde encuentran comida “abundante y constante”, una de las principales razones de su incremento poblacional en España.
RUISEÑORES
Los ruiseñores son aves “muy populares por su melodioso canto”, cualidad que los ha convertido en protagonistas de “cuentos y fábulas” a lo largo de los siglos. De hecho, cuando alguien tiene muy buena voz, se dice que canta “como un ruiseñor”.
A pesar de su canto “inconfundible”, su plumaje marrón es muy discreto y es “difícil de observar”, porque siempre está emboscado, explica Escandell.
Ejemplar de milano negro, (milvus migrans), en vuelo. EFE/PACO CAMPOS
MILANOS NEGROS
En primavera, esta rapaz de mediano tamaño “es mucho más fácil de ver que sus parientes”, los milanos reales y, como su nombre científico indica, (Milvus migrans), es un ave migratoria.
Para diferenciarlos, hay que fijarse en la cola: “La del milano negro es mucho más ahorquillada”.
ÁGUILAS CALZADAS
Otra rapaz que vuelve a la península cada primavera, el águila calzada, recibe su nombre por el abundante plumaje que cubre sus patas, “que recuerda a unas calzas naturales”, detalla.
Las áreas forestales y parcialmente arboladas de nuestro país, en particular las regiones del centro y el oeste de la península, «concentran la mayor población europea» de esta rapaz viajera, según la organización conservacionista.
ABEJEROS EUROPEOS
“Al igual que el abejaruco”, esta ave rapaz muestra predilección por los himenópteros, “principalmente las avispas”, y en concreto las larvas y pupas que se esconden en sus panales.
Por ello, es un aliado natural contra la invasión de la avispa asiática (Vespa velutina) en el norte de España.
DÍA MUNDIAL DE LAS AVES MIGRATORIAS
Según la ONU, el tema central de esta edición del Día Mundial de las Aves Migratorias es la contaminación lumínica, una amenaza que «las desorienta cuando vuelan de noche, provoca colisiones, perturba sus relojes internos e interfiere en su capacidad para emprender migraciones de larga distancia». EFE
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