Algunas mañanas amanecen como esbozadas en un difuminado de niebla. Es el sfumato renacentista que renace cada día, ocasionando virguerías en un horizonte sinuoso y ganadero, tan proclive a provocar soledades compartidas.
Ya dijimos que un estrecho canaliza misterios en umbría, flanqueados por carlancas de sol y roca fría. Una hoz abriga vida en exclusiva, cobija escondrijos, cuevas egregias y su historia imperecedera. Cuevas de bocana humedecida de orilla cristalina.