Todos los años en los meses estivales, un grupo de menores saharauis visitan Puertollano en situación de acogimiento temporal, para pasar sus vacaciones de verano (julio y agosto) en el seno de una familia de acogida. El principal motivo por el que estas organizaciones trabajan en este programa anual se base fundamentalmente en alcanzar 3 objetivos principales para ofrecer el mayor bienestar posible de los menores:
- Retirarlos de las altas temperaturas alcanzadas en el desierto, hay días en los que se superan los 50º a la sombra, hecho que ocasiona graves problemas en ancianos y niños/as.
- Poder ofrecerles una asistencia sanitaria, que en los campamentos de refugiados saharauis no tienen la posibilidad de recibirlas, practicándoles un chequeo médico lo más completo posible durante los dos meses de estancia.
- Proporcionarles una alimentación variada y rica en vitaminas para aliviar el alto grado de anemias detectadas en estos menores, logrando así su recuperación antes de volver con su familia biológica.
El año pasado, ninguna familia, pareja o persona de Puertollano acogió. No obstante, Luisa López se hizo cargo de seis niños con diferentes discapacidades, en gran parte pertenecientes a la Escuela de Educación Especial de Smara, que pasaron el verano en la ciudad y llevando a cabo esta iniciativa por primera vez en la provincia.
López acogió a estos seis niños en una casa de campo alquilada con columpios y piscina, después de no recibir ninguna petición de familias.
El Miércoles Santo en Puertollano estuvo marcado por la solemne procesión del Cristo de Medinaceli, que tuvo lugar desde las 19 horas, minutos antes de que la lluvia amenazara la procesión
El acto comenzó a las 22:30 horas en la susodicha iglesia, y recorrió las calles Calveros, Pablo Iglesias, Aprisco, Cañas, Bajada del Pilar, Plaza de la Tercia, calle Tercia, hasta culminar en la Parroquia de la Asunción