Tech lab de Móstoles, el centro tecnológico de Repsol donde empieza todo

En sus laboratorios se reciben, analizan y prueban las muestras, de aceite de cocina usado u otros residuos de aceites vegetales,  que después se convertirán en biocombustibles renovables avanzados. Desde Móstoles a pequeña escala para pasar después al complejo industrial de Repsol;  el de Puertollano acogerá una planta con tecnología puntera capaz de procesar esas nuevas materias primas.

Para conseguir el aceite de fritura, Repsol puso en marcha en abril de este año en cientos de estaciones de servicio de la Comunidad de Madrid,  un servicio de puntos de recogida donde tanto personas a título individual como responsables de negocios de hostelería pueden depositar el residuo.

A cambio,  con la aplicación Waylet pueden beneficiarse de un descuento de 30 céntimos por litro de aceite de cocina usado entregado en los puntos disponibles para un próximo repostaje o para adquirir otros productos en las más de 3.300 estaciones de servicio de la compañía en España.

Un servicio que de momento no está implantado en Castilla -La Mancha, aunque desde la compañía aseguran que se ampliará a otros puntos de la geografía española.

Claudia Esarte, especialista en combustibles renovables en Repsol tecnology Lab ha explicado que la planta que se instalará en Puertollano para fabricar, a partir de residuos, combustibles de cero emisiones netas, es clave para incrementar el suministro de este producto”

“En este centro, en el laboratorio se prueban las materias primas como el aceite de fritura con el que vamos a conseguir un combustible tipo diésel que podrá utilizarse en las flotas vehiculares actuales ya que es totalmente compatible”, ha añadido.

Una planta que según la empresa entrará en funcionamiento en 2025 tras una inversión superior a 120 millones de euros y producirá 240.000 toneladas de combustibles renovables al año.

El Complejo Industrial de Repsol en Puertollano cuenta con dos áreas para producir combustibles convencionales. Tras esta inversión, evolucionará su modelo de negocio y transformará una de las unidades de Refinería I en una unidad específica para producir combustibles renovables, garantizando así la competitividad de la unidad al procesar una materia prima diferente a la actual.

En este centro tecnológico de Repsol “trabajan con socios muy potentes, empresas del transporte, universidades o centros de investigación de todo el mundo”, según Esarte.

Tech lab de Repsol

Repsol Technology Lab es uno de los modelos privados más vanguardistas de I+D de España basado en la innovación abierta y el trabajo en red en alianzas con centros tecnológicos, empresas y universidades de todo el mundo, cuyo objetivo es aportar soluciones sostenibles para conseguir un negocio con menos emisiones, más eficiente y competitivo.

Se inauguró en el año 2002 y aquí trabajan unas 250 personas. Además,  cuentan con robots organizativos que ayudan en diferentes tareas logísticas e incluso en el laboratorio. Desde sus comienzos ha logrado diferentes avances, por ejemplo, en 2019 Repsol lanzó al mercado la gasolina de 100 octanos, desarrollado íntegramente en este centro.

Por otra parte, con la participación de Repsol en Moto GP, en este centro tecnológico pueden poner a prueba los productos que crean bajo las condiciones más adversas y exigentes, trasladando todo el conocimiento desarrollado en la alta competición a los productos que se comercializan en sus estaciones de servicio.

Ana Contreras. La voz de Puertollano