Fue bonito mientrás duró...

Por Fernando Romero

Adiós a la Copa del Rey y adiós al sueño de recibir a un equipo de Primera División. El Girona devolvió a la tierra a los azules a base de ser práctico, aprovechar sus ocasiones y todo ello sin abusar, pese al marcador final. El Calvo Sotelo disfrutó intensamente el momento, hizo soñar por unos minutos a su fiel afición y tiró de dignidad pese a ir por debajo en el marcador gran parte del partido. Era su día y tocaba disfrutarlo, vivirlo y compartirlo.

Un buen ambiente en las gradas y los protocolos correspondientes al nivel de estos partidos, daba paso a al inicio del encuentro que, pese al marcador final, no dejó nada que reprochar a los integrantes de la plantilla y cuerpo técnico del equipo azul.

EL PARTIDO

Comenzó entretenido el partido, siendo Abraham quien tuvo la primera en el minuto 6 pero se encontró con una buena parada a mano cambiada del portero Ortola. Poco depués, en el 17, se ponía por delante el conjunto catalán gracias al gol de Samu Saiz de penalti. Poco le duró la alegría puesto que los azules conseguían mantener viva la llama de la campanada y anotaban el tanto del empate en el minuto 23, gracias al tanto del delantero Abraham.

Estaban siendo los mejores minutos de un Calvo Sotelo que se venía arriba y que se veía con fueras e ilusión para lograr la heroica. Un disparo lejano de Valdivia, que intenta sorprender al portero que estaba adelantado, pudo ser el 2-1, pero el balón se marchaba alto por escasos centímetros. Cuando mejor estaban los puertollaneros, el Girona daba el primero de los dos mazazos que dejarían la eliminatoria vista para sentencia. En el minuto 33, marcaban los catalanes tras saque de esquina de Samu que remataba Monjonell. De nuevo tuvo las tablas el cuadro local un minuto después en las botas de Iván Limón, pero el balón acababa en las manos del portero.

En la segunda parte, y cuando solo se llevaban disputados cuatro minutos, el Girona daba el segundo y definitivo mazazo al partido. Artero ponía el 1-3 y se empezó a difuminar el sueño de la Copa del Rey. De ahí al final, cambios en ambos equipos para que todos disfrutaran del momento y dos goles más del cuadro visitante (Dawda con una vaselina perfecta ante la salida de Simón y Aleix García aprovechándose de un rechace del portero local para mandar el balón a placer al fondo de la red y poner el 1-5)

Ya en el minuto 75, Alex Loro disparaba algo escorado pero su lanzamiento se marchaba demasiado cruzado, siendo prácticamente lo único y último destacable de un partido que expiraba con ambos equipos ya más relajados dado el abultado marcador.

TOCA LA VUELTA A LA REALIDAD

Con el pitido final, vuelta a la realidad, que no es ni más ni menos que pensar en liga y en el Alzira, con la única intención de viajar a por los tres puntos, volver a la senda del triunfo y seguir vivos en la lucha por la permanencia. Se acabó la Copa. Se acabó el sueño. Pero con una dignidad absoluta y con el agradecimiento de la afición por el esfuerzo realizado y por la oportunidad de ver a un gran equipo en el Cerrú.