Recuerdos de viaje I: Albéniz.

Como muchos de vosotros sabréis, llevo una temporada viviendo en Granada y la verdad que estoy encantado. Es una ciudad increíble que he recorrido casi por completo, buscando sobretodo esos lugares mágicos relacionados con la música. No sé dónde estaré dentro de unos meses, pero la verdad, que no me importaría en absoluto volver a estar aquí, en el mismo sitio.

Contra todo pronóstico, y a pesar de que mucha gente me ha ido preguntando a lo largo de estos meses si había visitado ya la Alhambra, he ido posponiendo mi visita al monumento hasta el final de mi estancia. Será que me gusta dejar lo mejor para el final aunque eso no quita que la haya observado desde diferentes puntos de la ciudad y haya quedado siempre maravillado…

Lo cierto es que un par de veces sí que me colé por los alrededores y visité gran parte de los jardines que rodean al palacio de Carlos V, situado prácticamente al lado de los Palacios Nazaríes, y me percaté de dos grandes azulejos que se encuentran situados en la Puerta del vino y rezan: “A Isaac Albéniz, que vivió en la Alhambra. Primavera de 1882” y “ A Claude Debussy, por la puerta del vino”.

Quizás, estos dos azulejos pasen inadvertidos al 98% de los visitantes del recinto, pues apenas son llamativos y los nombre son conocidos, sí, pero para muchos, son  nombres de esos que te suenan del trivial o de los concursos de la tele y nada más…

Aprovechando que yo vengo aquí a hablar de música, o más bien, de gente que hace música, he decidido escribir brevemente sobre ambos compositores y su relación con la Alhambra.

Me centro  en  Isaac Albéniz: compositor nacido en Camprodón, Girona, en 1860. Fue un virtuoso del piano desde muy temprana edad, dando giras por España y por gran parte del continente americano.

Visitó Granada por primera vez a los 12 años, cuando vino a dar un concierto de piano en 1872. Diez años más tarde, en 1882, Isaac se establece una temporada larga en Granada, donde descubre todos los secretos de tan célebre monumento de la mano de su amigo Rafael Contreras, quien se encarga de conservar la Alhambra.

Queda tan impresionado por la ciudad, que decide componer una ópera basada en ella. Ópera que lamentablemente nunca se llegó a estrenar.

Otra de sus amistades destacadas en la ciudad de Granada, es la amistad con Antonio Barrios, padre del reconocido compositor y guitarrista clásico, Ángel Barrios.

A pesar de que Albéniz halló en Granada un remanso de paz dónde encontrar inspiración que dio lugar a varias obras inspiradas en la ciudad, me he decantado por mostraros “En la Alhambra”, perteneciente al álbum para piano titulado “Recuerdos de viaje”, que está compuesto de siete piezas y fue escrito entre 1886 y 1887.

Cada una de las piezas que componen este álbum están pensadas como una pequeña joya independiente cuyo propósito era la de entretener y exhibirse en los salones.