El ejercicio aeróbico es, por definición, una actividad que conlleva un uso dinámico de oxígeno. En efecto, la forma en que se realizan los ejercicios aeróbicos produce un incremento temporal de la frecuencia respiratoria y del ritmo cardiaco, con un aumento de la frecuencia cardíaca de entre el 70% y el 85%. Así ocurre, por ejemplo, durante una carrera suave en bicicleta, que es precisamente un ejercicio aeróbico.
El médico estadounidense Kenneth H. Cooper publicó en 1968 el libro “Aerobics”, en el que explicaba su método para mejorar el sistema cardiovascular. A este libro siguieron otros en los que desarrolló su programa. Cooper había comenzado sus estudios en el Hospital de la Fuerza Aérea de San Antonio, investigando los efectos del ejercicio cardiovascular para combatir la enfermedad de las arterias coronarias. Este doctor en medicina tiene en la actualidad 92 años, y sigue tan vital como su método aeróbico. Inspirada en el libro de Cooper, otra autora, Jacki Sorensen, creó el baile aeróbico, de gran popularidad.
Los ejercicios aeróbicos mantienen los músculos fuertes y mejoran la movilidad a medida que se envejece. También estimulan la agudeza y la agilidad mental. Pero has de tener en cuenta que si vas a practicar ejercicios aeróbicos debes hacerle bajo supervisión.
EJERCICIO AERÓBICO Y YOGA
El yoga es holístico, pues abarca y desarrolla un completo compendio para la evolución integral del individuo, los conocidos 8 pasos del yoga según Patanjali: Yama, Niyama, Asana, Pranayama, Pratyahara, Dharana, Dhyana y Samadhi. Los ejercicios aeróbicos se ocupan sólo del tercer paso del yoga, y lo hacen de una forma mecánica. El yoga, en fin, aborda el complejo cuerpo-mente-alma de manera integral y su propósito es conducir a la más alta evolución humana.
Harold Sequeira
Maestro de Yoga. The Yoga Institute. Bombay, India
Traducción: Juan Felipe Molina