Primera lección: reflexiona sobre “Actuar con prisa para luego arrepentirse”, en palabras del doctor Jayadeva Yogendra. Pues, según las estadísticas y los manuales de diagnóstico de los trastornos mentales, el 10,5% de la población general presenta algún trastorno en el control de sus impulsos. Por fortuna, el yoga terapéutico (con su efecto benéfico sobre el sistema nervioso parasimpático) o la respuesta de relajación (Benson) mejoran notablemente el control de los impulsos.
TRASTORNOS IMPULSIVOS Y TIPOS DE MENTE
Patanjali y Vyasabhasya, en los Yoga Sutras, explican los cinco tipos de mente (chitta) o de personalidad:
- Ksipta chitta
- Mudha chitta
- Vikshipta chitta
- Ekagra Chita
- Nirodha chitta
KSIPTA CHITTA es una mente turbulenta, fangosa como un río crecido por la lluvia, llena de escombros, de pensamientos no deseados que persisten sin saber por qué. Esta mente es, mayoritariamente, impulsiva.
MUDHA CHITTA es una mente sensual, llena de deseos, centrada en la comida, el sexo y los placeres sensoriales. Presa, por tanto, de la codicia. Como dice una popular canción hindi, “Dil Maange More”, que podría traducirse como “siempre quiero más”, en referencia a los deseos e impulsos interminables.
VIKSHIPTA CHITTA es la mente característica de las personas de búsqueda espiritual “de fin de semana”. Su mente es ocasionalmente estable, con impulsos esporádicos, que se mantiene bajo el control y el escrutinio de la mente superior, llamada Buddhi.
EKAGRA CHITTA es la mente que escucha una débil llamada en su interior que le dice: “Ven, disfruta del silencio interior (Antar Mauna). Di la palabra mística Om, recita el mantra Hum-sa y detén tus actos impulsivos”.
NIRODHA CHITTA es la mente cuya mirada está puesta en el alma. Es la mente en reposo, calmada y aquietada. No surgen en ella pensamientos que perturben la tranquilad ni la serenidad del espíritu. Una mente así, que está anclada en el Supremo, actúa con armonía y sosiego, sin impulsos.
MÉTODO Y METODOLOGÍA
- Cuando practicas asanas incorporando en ellas una pausa, y también en los pranayamas, estás propiciando el sosiego en tu mente.
- El pranayama Yogendra Bhramari, que explicamos en esta misma sección hace unos meses, también pone freno a los impulsos.
- En Pratyahara, los sentidos no incitan al impulso.
- En Dharana, la mente enfocada en el objeto de concentración ignora el impulso.
Y ASÍ, PAULATINAMENTE…
En lugar de actor, te conviertes en testigo.
A través de los pasos medidos de Dhyana (meditación), los impulsos están ahí, pero en reposo. Y las acciones que llevas a cabo, una vez has adquirido el dominio de ti mismo por medio del yoga, son acciones pacíficas.
Harold Sequeira
Maestro de Yoga en The Yoga Institute de Bombay (India)
Traducción: Juan Felipe Molina