"Los órganos internos de su marido están tan sanos y vitales como los de un hombre de 35 años", le dijo el doctor Thapar a la señora PJ, cuyo esposo celebraba su cumpleaños número 86. Él llevaba haciendo yoga desde hacía años, y probablemente ese fuera el secreto de su saludable longevidad. En su práctica habitual de yoga no faltaban las limpiezas internas, los pranayamas, las asanas y la meditación, además del cuidado de la mente para mantenerla en equilibrada. Y, por supuesto, trataba con esmero su alimentación, consistente en alimentos frescos y nutritivos.
Cualquier persona que lleve a cabo una práctica física regular sabe que se deben desarrollar ciertas habilidades para controlar el cuerpo que requieren la integración de agilidad, coordinación, equilibrio y flexibilidad. Pues bien, las asanas de yoga abarcan todas estas habilidades y más. Por citar algunos ejemplos:
Talasana moviliza 64 huesos del cuerpo.
Konasana activa la eliminación de los depósitos de grasa que se acumulan en los costados del cuerpo y que, a medida que cumplimos años, se convertirán en atributos permanentes si no ponemos remedio.
Yogendra Trikonasana proporciona un excelente estiramiento, favorece la flexibilidad y reduce la grasa abdominal.
Utkatasana le da agilidad a la rótula, haciendo que tu cuerpo se mantenga joven.
Yogamudra estira, comprime y flexibiliza el cuerpo y sus órganos internos, además de mejorar el riego sanguíneo del cerebro.
Y este es sólo un rápido vistazo a la antigua sabiduría del yoga para el mantenimiento del cuerpo, cuyos conceptos básicos debe estudiar y ejercitar sistemáticamente cualquier practicante de yoga. Además de la literatura contemporánea sobre este tema, también aconsejo consultar las fuentes documentales originales del yoga, en textos como el “Chara Samhita”, que está repleto de sugerencias para el cuidado del cuerpo que ayudan a aumentar su salud y fortaleza física. No olvidemos que mediante el conocimiento minucioso de nuestro organismo, de su matriz y su red de energía, y del conocimiento y control del pranayama yóguico en los niveles físico, vital, psicológico, mental y espiritual, nuestro cuerpo y nuestra mente pueden alcanzar el bienestar y la armonía que anhelamos.
EL CUIDADO DEL CUERPO ES NUESTRO DHARMA-DEBER
El colofón que podemos añadir al cuidado diario y sistemático de nuestro cuerpo es la incorporación del Dharma Bhava a nuestras prácticas de yoga, especialmente en las asanas meditativas. Como explicábamos en esta misma sección hace algunas semanas, Dharma es un Bhava (una actitud fundamental) que consiste en la constancia, el tesón y el sentido del deber que debemos aplicar en nuestra vida y en nuestro comportamiento diario. Con la práctica de Dharma llegas a convertirte en una persona fuerte, estable y equilibrada, tanto física como mentalmente.
La estabilidad del cuerpo y de la mente van de la mano, y el cuidado del cuerpo tiene mucho que aprender de la ancestral sabiduría del yoga. Encontrarás valiosísimos recursos, prácticas y guía sobre este tema en las publicaciones de The Yoga Institute. Y recuerda: el cuidado del cuerpo es nuestro principal deber. Así lo comprendió el hombre de 86 años del que hablábamos al principio, una persona cuya edad psicológica también es joven, si atendemos a su infinita curiosidad por aprender cosas nuevas. Qué mejor antídoto contra el envejecimiento.
Harold Sequeira
Maestro de Yoga. The Yoga Institute. Bombay (India)
-Traducción: Juan Felipe Molina-