Hoy hablaremos de Agastia Muni, el creador del mantra Adityam.
Muni significa “sabio” en sánscrito. Y en verdad el sabio Agastia fue un gran sabio y erudito, además de un formidable políglota. No en vano, la tradición india le atribuye el dominio de varios idiomas, así como la creación de la lengua tamil. Él y su esposa Lopamudra crearon diversos himnos mantras del Rig-veda, el texto más antiguo de la India. A Agastia también se le atribuye el Agastia Gita y su contribución llega hasta el Varaha Purana, que incluye mitología referida al avatar o encarnación del dios Vishnu en un jabalí que rescata a la tierra (Prithvi) de una gran inundación (que podría coincidir con la narrada en la Biblia), así como una descripción del karma y el dharma.
El sabio Agastia recorrió la India a pie, enseñando mediante relatos orales a un pueblo ávido de sus conocimientos. En los estados del sur, donde las tradiciones y la cultura ancestral han permanecido intactas, sus historias todavía circulan y están vivas hoy en día, mientras que en el norte, sometido a invasiones e intensos cambios culturales, esas historias han desaparecido.
El yoga que enseñó el sabio Agastia trataba de liberar el alma, lo que se conoce como mukti, moksha o kaivalya, siendo precisamente este el rasgo distintivo de la idiosincrasia india, su espíritu particular, tanto entre los grandes intelectuales como entre el pueblo llano. Agastia instruía acerca de la conciencia y el conocimiento interior, siendo un gran maestro de la espiritualidad y el misticismo, también para el hombre común. Influyó por ello en millones de personas con su gracia, conocimiento, amabilidad y espiritualidad. Agastia es, sin duda, uno de los más grandes sabios de la India.
LOS MANTRAS
Los mantras son palabras de poder y son considerados siddhis (poderes extraordinarios) por Patanjali en sus Yoga Sutras. ¿Cómo se crearon los mantras? En las recónditas cuevas de las cumbres del imponente Himalaya, en las mismísimas entrañas de Prithvi (la madre tierra) los sabios ermitaños conocidos con el nombre de munis alcanzaban el éxtasis y llegaban así al más alto conocimiento, a la comprensión de Prakrti, la materia, y de la conciencia o espíritu. Allí, en aquel útero primigenio, los sonidos espirituales más secretos dieron forma a los mantras, que son instrumentos para la meditación.
Según la tradición, cada gurú crea un mantra específico para su chela (discípulo). Se dice que el mantra Om fue creado por el Ser Supremo, y el Aditya Mantra fue creado por el sabio Agastia, quien lo entregó al príncipe Rama para que, en una formidable demostración de fuerza, venciera al malvado Ravana, el rey de los demonios, y rescatara a su esposa Sita, tal como relata la epopeya del Ramayana.
Los sonidos de los mantras alcanzan centros de poder en el cerebro que aún no se habían activado, pues estaban latentes, aletargados. Hay sonidos como los del mantra Adityam que nos ayudan a vencer a nuestros enemigos, tanto internos como externos. Mas se ha de ser muy cuidadoso con la correcta pronunciación de los sonidos de cada mantra y recitarlos con fidelidad al texto original.
Harold Sequeira
Maestro de Yoga en The Yoga Institute de Bombay (India)
Traducción: Juan Felipe Molina