La persistencia es la esencia del Yoga

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Son las 16:39 del Jueves, 9 de Mayo del 2024.
La persistencia es la esencia del Yoga

 

La persistencia es la esencia del Hatha Yoga, dice Gorakshanath, padre del Hatha Yoga. Lo que Patanjali con sus ‘Yoga Sutra’ representa para el Raja Yoga, Gorakshanath lo es para el Hatha Yoga. El magnífico texto ‘Hatha Yoga Pradipika’, con los excelentes comentarios de Svatmarama, nos guía hacia esa persistencia.

Les contaré una experiencia personal al hilo de la persistencia. Cuando terminé mi formación como profesor de yoga en The Yoga Institute de Bombay, me contrariaba mi incapacidad para ejecutar correctamente Padmasana, la postura del loto. Antes de iniciarme en la práctica del yoga, había pasado años levantando pesas en el gimnasio, de modo que mis rodillas se habían endurecido (parecían encementadas, diría yo) y tenía miedo de romperme un cartílago si persistía en hacer Padmasana.

Al poco tiempo llegué a Toronto, en Canadá, mi primer destino como profesor de yoga. Aquella ciudad era un páramo helado cubierto de nieve, pero contaba con 192 parques urbanos y enormes extensiones de terreno boscoso en las afueras: sin duda, un excelente lugar para practicar yoga en la naturaleza. Y allí, rodeado de un grupo de animosos estudiantes, persistí en hacer Padmasana, persistí, persistí… y tras de años de lucha, ¡al fin lo conseguí! Acto seguido, ¡me di un premio!

El Hatha Yoga no es para pusilánimes. Con su repertorio de 84 asanas y numerosos pranayamas, bandhas y mudras, puedes sudar durante años hasta conseguir un cuerpo flexible, con fuertes músculos y vigorosos tendones. El Hatha Yoga requiere una práctica persistente y perseverante, lo que se denomina abhyasa en sánscrito. Una práctica y una tenacidad que, con el tiempo, te pueden otorgar lo que la tradición llama un 'Divya sharira', un cuerpo “divino o incorruptible” (entiéndase: un cuerpo fuerte, sano y enérgico).

En el primer cuarto del siglo pasado, sabiendo que los habitantes de Bombay tenían poco tiempo para practicar yoga, Shri Yogendraji (fundador de The Yoga Institute en 1917) “encapsuló” la esencia del Hatha Yoga. Condensó tal esencia de un modo tan minucioso y tan sencillo a la vez que, con cada una de sus prácticas, recibes una dosis de los grandes beneficios del Hatha Yoga, te desarrollas y resplandeces. La persistencia, en dosis pequeñas, produce aquí exquisitos frutos.

Así pues, sé persistente, sé constante y practica. Cada día, en lugar de dejarte atrapar por la negrura de las noticias que te llegan nada más echar un vistazo a las pantallas o al periódico, repasa rápido los titulares y desenrolla enseguida tu esterilla de yoga. A continuación, dedícate ese tiempo tan necesario para ti mismo, haz tus prácticas con atención y esmero y ofrece tus esfuerzos, sean grandes o pequeños, a Dios (si crees) y al gurú.

Por mi parte te deseo buena suerte con tus prácticas de yoga. Y si, por ventura, consiguieses hacer Padmasana, date un premio, como hizo el persistente practicante que éstas líneas escribe.

Harold Sequeira                                                                                                  

Maestro de Yoga en The Yoga Institute de Bombay (India)

Fotografía: Harold Sequeira en la postura de Padmasana

Traducción y edición: Juan Felipe Molina