¿Qué hacer ante la transformación del Yoga?

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Son las 23:09 del Viernes, 11 de Octubre del 2024.
¿Qué hacer ante la transformación del Yoga?
El yoga está cambiando y transformándose a una velocidad aterradora. Si “cada maestrillo tiene su librillo”, bien podríamos decir que, en la enseñanza del yoga, hoy día muchos profesores fabrican su propia marca de yoga. Y no utilizamos la palabra “marca” al azar, porque el yoga se ha convertido en la actualidad en una gran industria. Esterillas, ropa, bolsos, accesorios… cualquier cosa que se adapte a la creciente demanda del utillaje del yoga, por innecesaria o superflua que sea, se vende como rosquillas. De modo que visitar muchas de las numerosas páginas web que comercializan estos artículos se convierte en una experiencia tan vistosa como ojear una revista de moda o un catálogo de decoración. Sí, amigos: el yoga, como industria está en auge.
 
Muchas personas necesitan desesperadamente una solución para sus problemas. Ansían llegar a algún lugar donde poder estirarse, hacer ejercicio, descansar, relajarse y sentirse bien. A cambio, están dispuestas a pagar un buen dinero. Y el olor de ese dinero atrae a una multitud de buscadores de trabajo y oportunidades que están dispuestos a dedicar unas horas a la semana a la enseñanza del yoga. Pero, ¿qué enseñan en realidad?
 
El yoga es sin duda un fenómeno mundial. Pero pocos conocen su esencia y sus fundamentos. Para complicarlo aún más, la irrupción de la inteligencia artificial ha abierto un nuevo ciclo para el yoga en el que las permutaciones y combinaciones se vislumbran inabarcables. De modo que el yoga original, el genuino, podría estar en riesgo de perderse, y lo que quedaría sería un producto ciertamente extraño que nada tendría que ver con el yoga real. Por desgracia, esto puede verse ya en tantos centros y pretendidos enseñantes de yoga que no hacen sino desvirtuar esta milenaria disciplina hasta hacerla pasar por una extraña e insostenible mezcla de moda, culto al cuerpo, postureo y trivialidad.
 
Ante semejante panorama, es deber inexcusable de los auténticos y genuinos profesores de yoga seguir practicando y enseñando el yoga tradicional. Para ello, deben conocer en profundidad los textos clásicos del yoga y tenerlos siempre a mano en sus clases, así como explicar con rigor cuáles son las metas y los objetivos del yoga. El verdadero profesor de yoga debe ser, ante todo, veraz consigo mismo, pues de este modo no se engañará a sí mismo ni podrá engañar a nadie. El verdadero profesor de yoga debe resistirse y oponerse, siempre de manera civilizada y pacífica, a la actual degradación del yoga. El verdadero profesor de yoga debe hacerse oír, compartir sus conocimientos y difundir a través de todos los medios que tenga a su alcance, incluidas las redes sociales, qué es y cómo se practica el yoga. Siempre el yoga auténtico.
 
Harold Sequeira
Maestro de Yoga en The Yoga Institute de Bombay (India)
Traducción y edición: Juan Felipe Molina