Una práctica mística: ¿quién soy yo?

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Son las 00:48 del Lunes, 14 de Octubre del 2024.
Una práctica mística: ¿quién soy yo?
Maharshi Ramana de Tiruvanamalai
En el estado indio de Tamil Nadu
Cuando aún era adolescente
Tuvo la experiencia de su propia muerte.
Una experiencia que lo cambió para siempre
Pues desde entonces él pudo “ver” con su alma
Y su mente se convirtió en un mero complemento.
 
SIN MAESTRO, SIN ENSEÑANZA
 
Él no tuvo ningún maestro humano, ni yogui junto a él.
Ningún santo, ningún místico, ningún vidente le enseñó.
Él simplemente tuvo la formación escolar de un adolescente normal
 
En Madurai, una bella ciudad india
De ortodoxa cultura hindú
 
Donde todavía los brahmanes visten dhotis blancos
Al igual que sus esposas, cuando acuden al templo
En busca de la bendición de su deidad Padmanabhan.
Calles bordeadas de vendedores de flores
El fragante hibisco de vivos colores
Y el aroma del sándalo flotando en el aire
 
Alegría por doquier
Aquí es donde Ramana estudió.
LA VISIÓN DE LA MUERTE
Él murió y fue incinerado
 
Y es el único que regresó desde el más allá
Para relatar su experiencia de muerte en vida.
EL TEMPLO DE TIRUVANAMALAI
Y como su reputación de inmortal,
 
De haber ido hasta el más allá y haber regresado, se extendió,
Hasta allí acudió una multitud en peregrinación
Para hablar con el Vidente del más allá
El místico por excelencia
Que trajo el mensaje cierto
De que somos inmortales.
 
El demostró que más allá de las cinco koshas
Reside el alma inmortal e imperecedera
 
Que puede ser vista incluso estando vivos, incluso por el ojo humano
 
Allí, anidado en nuestro corazón día y noche…
 
¿QUIÉN SOY YO?
Soy el alma-Atman, sin duda.
 
“Lo he visto, lo estoy viendo con mis propios ojos”
 
Lo veo a Él, ante mí,
Y desde entonces me dirijo
A esos buscadores del más allá
Que llegan hasta aquí y se sientan en silencio.
Sus pensamientos son absorbidos de sus cerebros
Sus sufrimientos caen derrotados en un santiamén
 
Sus propias almas ellos mismos pueden vislumbrar durante un milisegundo
 
Y después regresan a sus hogares, a labrar sus tierras
Llevando consigo el inmenso tesoro espiritual
De haber visto su alma conmigo aquí
En Tiruvanamalai, en cuyos picos
Se aparece Shiva, el todopoderoso místico
Para recordarte a ti tu propio corazón místico.
 
Om Namo Shivayah
 
Harold Sequeira
Maestro de Yoga. The Yoga Institute. Bombay, India
Ilustración: Harold Sequeira
Traducción: Juan Felipe Molina