Carta abierta a Alejandro Becerra

Son las 19:35 del Viernes, 26 de Abril del 2024.
Carta abierta a Alejandro Becerra

Estimado Sr. Becerra:

No tenemos el gusto de conocernos, mi nombre es Jose Luis Rubio Morales y soy el actual administrador, tras la muerte de mi socio, de la empresa Grupo Sur, que ambos fundamos en 1994 y que tuvo que cesar en su actividad el pasado año.

He tenido, por desgracia, ocasión de leer la carta que ha tenido a bien divulgar en los medios locales, a propósito de la sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Ciudad Real de fecha 16 de septiembre de 2.020, la cual titula: “No caben disculpas”, estuve tentado de titular la mía “no las esperaba” porque es sabido que para pedir disculpas es necesario un caudal de humildad y conciencia autocrítica que no le suponía.

Su tediosa sarta de justificaciones, preñada de falsedades e imprecisiones, me trae a la memoria ese aforismo del latín que dice “excusatio non petita, accusatio manifiesta”. Usted no pedirá disculpas pero no debe estar muy tranquilo cuando se apresura tanto a dar unas explicaciones que aún nadie le ha pedido, digo aún, porque quién sabe si en el futuro tendrá que darlas.

Entraba en mis cálculos que alguno o algunos de los ediles de aquel tripartito coyuntural (PP, IU, Ciudadanos) que aquel funesto día enviaron a mi empresa a la ruina, para así expiar las culpas de una supuesta mala gestión del gobierno municipal, salieran ahora a la palestra para intentar justificarse. Eso me lo esperaba. Lo que no me podía imaginar es que para ello utilizasen mentiras tan hirientes como la empleada por usted al afirmar que “se puede comprobar el Acta de ese Pleno de 27.07.2016 para advertir que una declaración de la empresa reconociendo los errores en la facturación del IVA hubiese modificado el planteamiento de este acuerdo, pero no fue así”, poco menos que viene a querer decir que si no cobramos fue porque no quisimos. Hace falta un nivel de desfachatez y cinismo para decir eso del tamaño del Terri, señor Becerra. Ni se imagina la de veces que he visto en youtube el pleno de aquel 27 de julio de 2.016, cierro los ojos y puedo ver como se descojona mientras nos manda a la ruina ¿se acuerda? Pues bien, también tengo el acta del mismo, le transcribo entrecomillado los acuerdos relativos a este punto del orden del día:

“1º. No acceder a la solicitud presentada por la mercantil GRUPO SUR VIGILANCIA Y SEGURIDAD, S.L. para proceder al abono de las facturas pendientes de pago.

2º. No aprobar el expediente de reconocimiento extrajudicial de créditos número 1.3 del Presupuesto de 2016, por importe de 1.497.712,02 euros.

3º. Dar traslado del presente acuerdo a la mercantil GRUPO SUR VIGILANCIA Y SEGURIDAD, S.L. con domicilio social en Polígono Industrial Sepes, parcela 111, de Puertollano”.

 

Sr. Becerra ¿me quiere usted explicar donde se pide esa declaración a mi empresa? Habría declarado que la tierra es plana y que Elvis vive en Cañamares con tal de cobrar todo o parte de mi dinero, porque nuestra situación era desesperada.

No mienta Señor Becerra, si no le cabe la disculpa pruebe con la sinceridad a ver si le cabe, no vuelva a utilizar la mentira, vuelva a intentarlo, ahora sin mentir, explíquele a los puertollanenses  que su voto de aquel día les va a ahorrar 37.445,84 €, (que el ayuntamiento no va a pagar, pero mi empresa sí se los pagó a hacienda, quede esto claro) y que les va a costar 183.151,33 € (cálculo aproximado) en intereses y el cierre de una empresa de Puertollano, que pagaba impuestos en Puertollano, empleaba a gente de Puertollano y reinvertía sus beneficios en Puertollano.

Me despido señor Becerra, recordándole las palabras del juez “el ayuntamiento podía haber recurrido al pago de lo que considerase correcto, abonando la mayor parte, y manifestar a la empresa que, si lo desea, reclame judicialmente la diferencia, lo que no es admisible es que por la discrepancia entre si el IVA es del 18 o del 21 % se deje a la empresa sin percibir casi un millón y medio de euros durante 4 años”. Y le copio la idea de su mentira, habría bastado un acuerdo del pleno, solicitándonos la rectificación de las facturas, para evitar este pleito.