Sus nuevas dotaciones, con tirolina, doble columpio, tobogán o sube y baja, además de arenero apto para los niños, una mesa de pimpón, bancos y los dos nuevos merenderos bajo porches rústicos, que se suman al existente, permiten un disfrute con mayúsculas.
Se trata ésta de otra iniciativa propiciada por el equipo de Gobierno, que entendía la necesidad de recuperar al uso público tan emblemático espacio, máxime en tiempos de pandemia, “buscando otra alternativa al aire libre para que la gente pueda aprovecharla”.
Y es que, como señala el edil Roberto Donoso, “ésta ha sido siempre zona de merendero muy conocida en nuestro pueblo y requería de una puesta a punta, que hemos hecho acondicionando el recinto”, algo que valorará también la gente que hasta aquí pasea.
Así, se ha desbrozado toda la superficie, se ha extendido gravilla para facilitar el tránsito y el drenaje, además de haber realizado plataformas de hormigón en cada merendero, que cuenta con sus nuevas mesas y asientos rústicos en madera.
A este fin el Consistorio ha destinado una cuantía de en torno a los 13.000 euros, adelantando Donoso que “una vez estemos en septiembre entra también en nuestras previsiones la construcción de barbacoas”.
Dado el interés de la Concejalía de Obras por el buen uso que se pueda hacer, se han instalado en el lugar papeleras a juego, se ha prohibido el acceso interior de vehículos, además de limitar su apertura en horas de sol, quedando cerrado el recinto de noche.
“Es lo único que pedimos, que la gente intente cuidarlo al máximo y nos comportemos cívicamente porque será así la única manera de que el resto de personas que aquí puedan querer venir tengan la oportunidad también de disfrutarlo”, señala el edil.
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