El Calvo Sotelo consigue el punto que le faltaba (1-1)

Por Fernando Romero

El Calvo Sotelo lograba, en la tarde de este domingo, el punto que necesitaba para asegurarse jugar la fase de ascenso. Le bastaba un empate ante el colista, el Talavera B, cuya única motivación era terminar su liga ganando su primer partido en casa y el último ante su afición en esta Tercera División. Y advertía el técnico azul, Fernando Lominchar, que no iba a ser fácil. Y no lo fue. Tocó remar contra corriente y poner los corazones azules a mil pulsaciones. Pero Juanfri y, una vez más, Leyva, estuvieron acertados en los momentos clave para acabar el partido con ese empate que le resultada suficiente para lograr el primer objetivo. Ahora viene lo más complicado: jugar la fase de ascenso para acabar regresando a Segunda RFEF. Palabras mayores.

PENDIENTES DE TODOS LOS CAMPOS

El partido entre Talavera B y Calvo Sotelo era el primero en dar comienzo en una jornada donde, en teoría, los partidos contaban con horario unificado, pero todos demoraron el comienzo para tomar una mínima ventaja. Mientras ambos equipos se asentaban con el paso de los minutos, llegaban a los móviles los goles de Illescas y Quintanar, que no influían para los intereses azules, pero sí el gol del Villarrobledo en Villacañas. El paso de los minutos dejaba el empate a cero entre Villarrubia y Torrijos y también entre Tarancón y Conquense.

La primera ocasión llegaba en el minuto 17, pero el disparo desde la frontal de Dieguito se marchaba por encima del larguero. Tan solo dos minutos más tarde, una falta lateral servía para que Jupicael estuviera a punto de anotar el primero de partido, pero llegaba muy forzado al remate. Se llegaba a la media hora de partido con igualdad y pocas ocasiones, algo que servía a los azules de Fernando Lominchar, y más conociendo que el Villarrobledo anotaba el segundo ante el Villacañas. La UB Conquense seguía empatando a cero su partido en el campo del Tarancón.

Llegando al descanso, Carrillo remataba forzado de cabeza un centro desde la banda izquierda para casi poner el punto y final a los primeros cuarenta y cinco minutos. Un descanso que se tomarían Talavera B y Calvo Sotelo que se mostraban contentos con el resultado que se estaba dando en el partido. Hasta ese momento, un punto para los azules que eran lo que necesitaban para jugar fase de ascenso mientras la UB Conquense se ponía por delante en el marcador en el partido que jugaba en Tarancón. Restaban 45 minutos de infarto en todos los campos. Todos los ojos puestos en los campos implicados por la misma lucha.

SUSTO GORDO Y NERVIOS HASTA QUE APARECIÓ JUANFRI

Salieron bien los puertollaneros en la segunda parte, cercando más el área del filial del Talavera. Al poco de arrancar, Ricardo se lesionaba solo y se pedía el cambio viendo que el central no podía continuar. En el minuto 66 llegaba la peor noticia que podía conocer el cuadro de Lominchar, puesto que encajaba un gol en una jugada más de fortuna de los talaveranos que de elaboración y belleza. Pero valía. No se descompuso el cuadro visitante y fue a por el empate desde ese mismo momento, encontrando la igualada pocos minutos más tarde, gracias al gol de Juanfri. Todo volvía a la calma. Seguían contando con el ansiado y necesitado punto.

No se echó atrás el cuadro puertollanero. De hecho, a once minutos para el final de los noventa reglamentarios, pudieron sentenciar los azules (este domingo de verde) pero el disparo de Iván Limón se marchó rozando el poste. En esos instantes, tan solo inquietaba el marcador que se estaba produciendo en Tarancón, donde la UB Conquense hacía los deberes y vencía por 0-2, mientras que el Villacañas solo había sido capaz de acortar distancias. Tocaba mantener ese punto por lo civil o por lo criminal. El susto llegaba cuando un disparo desde la frontal tuvo que contar con la magnífica intervención de Sergio Leyva.

Con la máxima tensión, y los nervios a flor de piel, Carrillo a punto estuvo de marcar de falta para el colista, pero el balón, para fortuna del Calvo Sotelo, se marchó rozando el palo derecho de la portería defendida por Leyva. Los últimos segundos de partido sirvieron para perder algunas uñas, fruto de los nervios, y para que se hiciera eterno el pitido final que servía para darle el punto que metía al Calvo Sotelo en fase de ascenso.

EL RESTO YA DABA IGUAL

Con ese empate, el resto de la jornada carecía de interés para el Calvo Sotelo, porque había hecho los deberes. Los azules terminarían la liga regular como cuarto clasificado, puesto que el Villarrubia terminaba su partido con empate a cero y sería el equipo que ocuparía la quinta posición.