Sorprendidos y defraudados

Son las 21:08 del Viernes, 26 de Abril del 2024.
Sorprendidos y defraudados

El croata Luka Modric ha sido premiado con el prestigioso trofeo The Best que le designa, por los profesionales del futbol, como el mejor futbolista del mundo en 2018 tras ganar su cuarta Liga de Campeones con el Real Madrid y ser el jugador más destacado del último campeonato mundial de futbol. Este hecho lo convierte en candidato privilegiado al cotizado Balón de Oro.

En la ceremonia de entrega de trofeos Modric nos sorprendió con una actitud propia de los jugadores de barrio, los que juegan con tanta naturalidad como respiran, desde atrás, para que los delanteros como Messi o Ronaldo, marquen el gol. Modric es un jugador de equipo, sencillo y humilde, modelo de elegancia y solidaridad en el juego. El futbol representó para él una manera de evadirse del sufrimiento con el que la guerra les estaba castigando, a él y a su familia, aunque esto es algo que siempre prefirió olvidar

Hace años que los que gustamos del arte y la ética del futbol necesitábamos de modelos válidos para nuestros jóvenes no solo para jugar al futbol sino también y sobre todo para la vida. El premio a Modric ha sido un gran acierto. Es tan justo y atrevido como el VAR que intenta mejorar la justicia impartida por los árbitros en un deporte donde la trampa siempre formó parte del juego. Llega en buen momento, ahora que el exhibicionismo, la codicia y el narcisismo se estaban implantando como modelos de conducta entre nuestros más reputados futbolistas.   

                Sin embargo, en la ceremonia de trofeos brillaron por su ausencia Leo Messi y Cristiano Ronaldo que con actitud altanera menospreciaron al justo ganador. Este, que siempre estuvo presente cuando los ellos fueron premiados. Los dos creían merecerlo y nos castigaron con su indiferencia no asistiendo a la ceremonia. Esto, sin embargo, les ha retratado como las personas soberbias y vanidosas que son. A mí me han defraudado. Pero no solo a mí, también a la hacienda española. El primero con cuatro millones y medio de euros y el segundo con casi 15 millones. Habiendo sido juzgados y condenados todavía seguimos idolatrando a estos delincuentes de pajarita, chaqué y calzón corto. Como diría aquel: “No somos más estúpidos porque no entrenamos”.

                Una gran pitada a estos dos niñatos podridos de tanto dinero como de arrogancia.

                Pero para terminar con esta reflexión reproduzco las palabras de Luca Modric aparecidas en todos los medios de comunicación tras recibir su merecido trofeo. Todo un ejemplo:

                "Este premio demuestra que todos podemos ser el mejor con trabajo duro, fe y tesón. Los sueños pueden convertirse en realidad",…. Es un honor, una sensación maravillosa tener este trofeo en mis manos. Pero no es solo mío, es para todos los jugadores del Madrid, de Croacia, mis entrenadores... Sin ellos no sería posible. Y para mi familia, porque sin ellos no sería ni el jugador ni la persona que soy”.

     

Miguel Marset