La vacuna del COVID en los niños

Son las 02:11 del Sábado, 27 de Abril del 2024.
La vacuna del COVID en los niños
Los niños se contagian y contagian, y pueden trasmitir el virus a otros niños u adultos. Al estar vacunados no sólo protegemos a los adultos que conviven con ellos, sino que les permitiremos tener una vida social y académica más normalizada, lo que beneficiará su salud mental.
 
Los ensayos clínicos demuestran la eficacia de las vacunas. Además, en países como Estados Unidos ya se han inoculado 5,5 millones de dosis y no ha habido efectos secundarios severos.
 
Si una vez recogida toda la información se decide vacunar al niño o a la niña, es el momento de prepararle. Para ello:
 
Piensa que tu actitud a la hora de comunicárselo resulta esencial. Si en tu voz vislumbra miedo, sin quererlo se lo estás trasmitiendo a tu hijo. Díselo con calma y seguridad. Primero trabaja tus posibles dudas, y cuando estés seguro de la decisión que has tomado, díselo. 
 
Valida sus emociones. Si tiene miedo o está preocupado/a, prueba a decirle: entiendo que tengas miedo, o que estés nervioso. Es normal estar un poco nervioso o tener un poco de miedo, es la primera vez que nos vacunan contra el Covid… vamos a ir al hospital, centro de salud… y te van a poner una vacuna. Ya verás como no te va a pasar nada, solo va a ser un pinchacito.
 
La mayor parte de los niños han visto como primero se vacunaban sus abuelos, luego sus profesores, sus padres, hermanos mayores… sienten que ahora les toca a ellos y también quieren participar. Ellos, como todos, quieren que esto se acabe cuanto antes y eso pasa por vacunas y prevención. Se trata de reforzar esa valentía y hacerles sentir que forman parte del proceso de acabar con esta pandemia.
 
Además de una dosis de la vacuna del Covid, pongamos otra de respeto. Respeto hacía todas las decisiones, tanto la de vacunarse, como la de no vacunarse. Ningún niño debería quedar excluido de los juegos en el patio, o de ser invitado a planes infantiles por no estar vacunado. Esto es algo que depende más de los adultos que de los niños, y no podemos poner en juego la salud emocional de ese menor por una decisión de sus padres, por mucho que no la compartamos. Enseñemos a respetar a los niños y no olvidemos que, como para todo, nosotros somos su modelo.
 
 Silvia Álava Sordo, doctora en Psicología Clínica y de la Salud profesora, divulgadora y escritora
Foto: Andavac