En la actualidad es un extenso y bien explicado parque arqueológico de lo que en su día fue asentamiento del bronce, sobre cuyo sustrato se extiende un oppidum ibérico-oretano. No mostraron interés por el enclave ni visigodos, ni romanos, pero durante el medievo se alzó un castillo y la villa medieval de Alarcos, de la cual sólo una pequeña parte ha sido excavada hasta ahora. Villa que sería abandonada, dando origen después a lo que hoy es Ciudad Real. Por último: ermita gótica de Nuestra Señora de Alarcos del siglo XIII-XIV declarada BIC en 1980. Una verdadera joya. Conviene visitar el centro de interpretación con maquetas, paneles y materiales arqueológicos obtenidos en la excavación. Parque arqueológico de máximo interés por lo que allí se ve, aunque para nada hay que subestimar lo que desde allí se ve.