En su opinión, su trayectoria política “pone de manifiesto que solo un país grande como éste, da personalidades como Rubalcaba”.
García-Page se pronunciaba así tras asistir a la capilla ardiente de Rubalcaba, instalada en el Congreso de los Diputados. El que fuera vicepresidente del Gobierno de España y un referente del socialismo falleció este viernes tras sufrir el miércoles un ictus, y su capilla ardiente ha registrado una masiva afluencia de ciudadanos que han querido darle su último adiós.
Rubalcaba “siempre apostó por el punto de encuentro y por arreglar las cosas antes que enfrentarlas”, ha destacado el presidente castellano-manchego, antes de reconocer que tuvo “una visión muy práctica del país y una cabeza muy privilegiada”. Igualmente, ha recordado que era “infinitamente más afectuoso de lo que mucha gente pudiera pensar” dada su “racionalidad e impecable sensatez”.
Asimismo, García-Page ha asegurado que quienes “nos hemos sentido honrados con la amistad de Rubalcaba, pasamos ayer un día triste y agrio, de cierta impotencia”. Pero incluso en su fallecimiento, ha destacado, el dirigente socialista “le ha prestado un servicio al país, porque ha puesto en valor lo que significa el interés general, y hay gente de todos los colores y partidos que, con una manifestación muy sentida, sincera y nada protocolaria, está dejando clara su capacidad”.
Finalmente, el jefe del Ejecutivo castellano-manchego ha puesto en valor que el reconocimiento a Rubalcaba “viene de todas las latitudes, incluso de aquellos con los que hay permanente conflicto, como el mundo independentista o nacionalista”. A su juicio, esa actitud “alumbra cierta esperanza” de que la capacidad y la estatura política “es lo que queda”, y que “pensar en el conjunto y ser una persona honesta de verdad, como era él, compensa y merece la pena”.