Sofí­a Gubaidulina: El camino equivocado

Son las 17:30 del Viernes, 26 de Abril del 2024.
Sofí­a Gubaidulina: El camino equivocado

 

La relación entre música y religión se remonta hasta tiempos inmemoriales. Hay infinidad de compositores y compositoras que han plasmado en su música sus firmes creencias religiosas. Este es el caso de Sofía Gubaidulina, una mujer rusa nacida en 1931 que con tan sólo cinco años descubrió en la música un camino para hallar a Dios, estableciendo para ella un binomio que ha regido sus obras.

Sofía se formó y comenzó su carrera artística en Rusia, donde el régimen de Stalin le honraba con becas artísticas y la censuraba por su lenguaje musical, tachándolo de equivocado.

Por suerte, Dimitri Shostakovich, compositor ruso del cuál hablaré próximamente ya que es sin lugar a duda uno de mis compositores favoritos y una de las vidas más apasionantes del siglo XX, le apoyó para que continuara por su camino equivocado. Fue de los pocos que creyeron en ella y la animaron a seguir escribiendo música. Por lo general, otros personajes relacionados con la cultura del régimen ruso, como Brezhnev o Kruschev, se limitaron a despreciarla o simplemente ignorarla por tratarse de una mujer.

Por suerte, con el transcurrir de los años, aquel sendero desembocó en un reconocimiento mundial en la década de los 70, dándonos la posibilidad de conocer y disfrutar de una de las grandes compositoras de la historia de la música.

Como dato, decir que Sofía Gubadulina sigue en activo, y en 2016 recibió el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento.